"Te espero hoy después de la escuela." Le mandé el mismo mensaje a Lindsay, no quiero contar la historia de lo que pasó con Melody dos veces.

Sonreía con tan solo recordar la pelea. Siempre, siempre había querido hacer eso. Por fin salí de esa capa de niña buena y le dije a Melody lo que quería decirle hace mucho tiempo.

No puedo creer que todas sus humillaciones eran por Lucas. Todo este tiempo, sus burlas, fueron por Lucas. Es patético.

Aunque tal vez, pensando tal vez, el problema siempre fue Lucas.

Si no fuera por él, tendría a mi hermano a mi lado, jamás hubiera recibido tantas humillaciones de Melody y sus amigas durante años y ahora mismo estaría feliz.

Pero si no fuera por él, no tendría la confianza en mí misma que tengo ahora, tampoco la buena relación que tengo con mi padre, no sabrí­a conducir (sí sé conducir, no entiendo por qué nadie me cree), tampoco sabría que es no tener que fingir sonrisas con alguien, ni que me digan que me calme, cuando estoy pensando cosas no debería. No sabrí­a que es llamar a alguien a cualquier hora por muy mal que me sienta, ni guardarme los "Quiero salir de aquí­" porque esa persona estaría dispuesta a acabar el momento incómodo y llevarme a cualquier otro lugar. Simplemente no sabría lo que es querer a alguien de esa manera.

No, Lucas no puede ser el problema. Él me enseñó tantas cosas.

Si mi madre estuviera aquí, estoy segura de que me diría: "Nunca te arrepientas de nada que te haya hecho sonreír".

Después de el desastre que tenía en mi mente, me quedé dormida. (Y sin hacerle caso a Jace, porque no puedo dejar de pensar en Lucas).

~*~

-Savannah, despierta. Llegó tu amiga. -Dijo Ryan con amargura.

¿Llegó Lindsay? ¿Y qué hace Ryan aquí? Pensé que iba a salir. Imagino el momento tan incómodo de Ryan abriéndole la puerta a Lindsay y reí para mis adentros.

-¿Lindsay? -Pregunté con voz adormilada.

-No. Danielle. -Respondió mi amiga entrando a mi habitación. Me senté en la cama rápidamente.

Ahí estaba ella mirándome, pero no estaba enojada.

-Lo siento. -Dijimos las dos al unísono.

Danielle siempre ha sido mi mejor amiga, pero que lo seamos no quiere decir que no hemos peleado una que otra vez.

Recuerdo que cuando estábamos pequeñas, vendían una Barbie que yo siempre había querido. Le rogaba a mi madre que me la comprara, pero al parecer ya todas las chicas de la ciudad la habí­an conseguido y no quedaba ninguna.

Un día Danielle llegó a casa con la Barbie, la vi y me enojé. Yo le había contado lo mucho que la quería, que ya no quedaba ninguna y que jamás la tendría, y ella la consiguió así­, sin más. Le dije que se fuera con su estúpia Barbie y que no iba a jugar más con ella.

Y al parecer, la muñeca que tenía Danielle en sus manos hace tantos años, era para mí. Le dijo a su padre que me la consiguiera.

-No, perdóname tú a mí, ayer estaba demasiado estresada y no sé qué me pasó. -Dije abrazándola.

-No, perdónme tú a mí­ por recordarte tanto a Lucas.

-No te preocupes. Mejor olvidemos lo que pasó.

-Sí, pero antes... ¿Qué pasó con Melody? -Aquí ya tenía a mi mejor amiga de vuelta- Hay varias historias en la escuela, la primera es que la llamaste puta porque había salido con tu "novio Jace", la segunda dice que porque ella fue la que le contó todo a Ryan acerca de tu relación con Lucas y por eso le pegaste. Y la tercera y última, que porque estaba haciendo lo imposible por tener algo con tu padre. Esa es demasiado estúpida, ¿cómo pueden creer algo así­? -Dijo Danielle y yo me ahogaba en carcajadas.

Eres Mía, PequeñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora