▪ Capítulo 14 ▪

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Entré a la casa y me tumbé en el sofá.

Christopher se comportó conmigo de todas las formas posibles; primero como un tonto, luego amable y luego se enfadó, hasta el punto de perder la cabeza. Más misterioso no podía ser y la verdad no quería que la curiosidad entrera a mi cabeza no quería sentir más curiosidad por él.

La manija de la puerta empezó a moverse bruscamente.

«Oh mi dios ¿intentaban robar?»

Me levanté rápidamente. Sujetando lo que tenía más próximo; un paraguas. Me acerqué lenta y sigilosamente a la puerta, colocándome a un lado. Cuando la puerta se abrió, lancé un golpe, dándole a Katherine en el estómago.

— ¡Soy yo, tonta te dije que llevaría mis llaves! — dijo quejándose

«con todo lo que paso se me había olvidado»

— Lo siento — digo apenada — supongo que lo olvidé

Cerré la puerta y Katherine se fue directamente al sofá, tomó el control y encendió el televisor. Dejé el paraguas en su lugar y luego tomé asiento a su lado.

— ¿Qué tal tu noche? — preguntó con una gran sonrisa a pesar de que le acababa de dar un golpe.

No tenía que mencionarle todo, sólo lo más normal y menos preocupante. Si le decía que un tipo me manoseo afuera de una tienda de veinticuatro horas, se volvería loca. Si se puso loca cuando se enteró de que me quede dormida en la casa de Mason con Christopher y lo interrogó por eso, como se pondría con este caso.

— Bien, normal, ya sabes — sonreí — ¿y la tuya?

Katherine me miró, sus ojos brillaban, eso solo significaba que la pasó bien.

— Excelente y él fue de lo más atento — frunció el ceño — pero ¿Por qué no me dijiste que ibas a salir con Christopher? — preguntó cambiando de tema completamente.

«Porque.... ¿Te pones así, justo como estas ahora?»

— Por que no era gran cosa — encogí los hombros para restarle importancia — aparte somos compañeros de clase, ¿Qué tiene eso de especial? sólo somos amigos, amigos que pasaron una parte del día juntos como todos los demás

conocía esa sonrisa, sabía que no me creía, así que decidí cambiar de tema.

— Así que te llamó mamá

— quería que le llamaras....

Tomó su móvil y le marcó a mamá, pasados los tres tonos suspiré

— No contesta

No tenía problema que quisiera pasar unas semanas más en otra ciudad, pero, ni si quiera se molestó en decírmelo. Siempre era la misma historia.

Nos quedamos un buen rato mirando un programa de moda, que al parecer resultó ser un maratón. Cuando término cada uno subió a su habitación. Cerré la puerta de inmediato, me tiré a la cama y mi cuerpo agradeció que ésta estuviese suave y deliciosa.

Estaba manejando la motocicleta, la adrenalina se apoderaba de mí y se sentía tan bien, el viento acariciando mi cara, las ganas de nunca detenerme. De pronto sentí como unas manos se posicionaron en mi cintura.

— aparta tus manos, me desconcentras — dije entre risas. Aquellas manos apretaban delicadamente mi cintura.

— no, Evelyn, tú eres quien me desconcentra a mi — me susurró Christopher al oído.

Me levanté de golpe. ¿Qué fue eso? Mi respiración estaba agitada, al igual que los latidos de mi corazón. Deslice las manos por mi cabello, me acosté y me enrolle en las sábanas.

Simplemente Mi Chico MaloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora