Todavía tengo el amargo sabor en la garganta y me presiono la mano para no dejarme llevar y terminar vomitando la ventana en la cual me apoyo. Está cerrada por completo, no quieren que ni sienta un poco de viento. Un agente de la paz abre la puerta y me da la bienvenida, me dice que en unos momentos vendrán mis visitas. Asiento y me cubro la cara con ambas manos para no llorar. Mis padres, mis hermanos e inclusive mi vieja amiga Delly entran de un sopetón, mis ojos rojos como las manzanas que me he comido les miran y les abrazan. Todos me dan ánimos y ganas de seguir, me dicen que quizá pueda ganar Los Juegos, la fuerza es lo que tengo a mi favor y lo único que hago es pensar en destrozar la cabeza de alguien con solo mis puños. La idea me cae de patada y lo que hago es reír con nerviosismo. Todos se despiden de mi e inclusive mis hermanos me da un pequeño abrazo, mi madre y mi padre son los últimos en irse. Durante el abrazo que le doy a mi padre logro decirle:

—Busca a Katniss Eveerden, ofrécele ayuda. Igual a la familia de Gale, sus hermanos y su madre no podrán sobrevivir sin él. Por favor no dejes que pasen hambre.

Mi padre me ve con ojos llorosos y asiente. Sale de la habitación y solo quedo con mi madre.

Bajo la mirada y me preparo para su único abrazo. El único abrazo que me ha dado en toda la vida y el que me merezco por tener una muerte segura en menos de unas semanas. Aunque sus palabras son tan frías como el invierno llegan a mi corazón con rapidez:

—Quizá el distrito 12 tenga un ganador otra vez.

Y sé que no se refiere a mí.

Effie Trinket nos saca del edificio de la justicia unos minutos después de que las visitas han terminado. La primera vez que me subo a un auto en mi vida es para el corto viaje a la estación de trenes del distrito. Puedo ver a todas las personas que van camino a casa a disfrutar del día libre después de la cosecha, todos tan felices volviendo con sus hijos sanos y salvos a casa. Al menos un año más.

La llegada al tren es rápida, nos piden que sigamos a Effie y ella nos conduce frente al tren y nos pide subir. Nos lleva a través de un pasillo y nos pide entrar a una habitación que parece ser un comedor. Al intentar abrir la puerta no consigo un pestillo, Effie me pide que solo de un paso y la puerta se abre frente a mis ojos mientras se desliza a la izquierda. No puedo recordar lo avanzado que esta el Capitolio, así dejando atrás a los distritos los cuales le proveen todo lo que tienen.

Cuando entro al vagón comedor no puedo dejar la expresión de mi cara, es una expresión sumamente gastada, está llena de sorpresa e ira. El vagón comedor tiene todo tipo de manjares para el deguste de todos. Volteo al mirar y solo somos Gale, Effie y yo, no hay nadie más ¿Cómo se supone que nosotros tres nos terminemos todo esta comida? El olor del pollo frito llama mi atención y hace rugir mi estómago, pero al recordar que estoy en camino a mi muerte el apetito se pierde en un segundo. Effie se retira con la excusa de encontrar a Haymitch y Gale y yo nos sentamos en dos asientos contiguos en la mitad de la habitación. No soy capaz de articular alguna palabra, hago todo lo posible para decir algo.

—¿Lo conoces? —le pregunto, pero no me responde. —¿A Haymitch? Es nuestro mentor él puede ayudarnos a conseguir patrocinadores.

Gale continua en silencio y sin siquiera mirarme. Hace como si yo no existiera. Me muerdo el labio inferior al sentir su forma de ignorarme.

—No vendría mal un poco de ayuda.—le recrimino.

Así el voltea a verme, me mira directamente a los ojos. Sus ojos son tan grises como las personas de la Veta. Me siento un poco intimidado por su manera de mirarme, piensa que soy una pequeña presa. Rompo nuestro contacto con la mirada cuando él se levanta y sale de la habitación sin decirme nada. No sé qué estará pasando por su cabeza en este momento o por que ha dejado la habitación sin siquiera decir nada. ¿Habrá recordado aquel día en el cual él me ha ayudado y yo no he dado las gracias? ¿Sería buen momento darle las gracias ahora? Niego, niego una y otra vez. Gale no necesita drama entre compañeros de Los Juegos, él tiene otras prioridades como llegar ileso de nuevo a su distrito. Sus tres hermanos y su madre estarían perdidos sin él. Espero que mi padre tome mi última petición para el en serio y pueda ayudar a Katniss y a la familia de Gale mientras él no este. En final, he decidido que haré todo lo posible para hacer que el vuelva a casa.

Los 74ºJuegos del Hambre (Peeta & Gale)Onde histórias criam vida. Descubra agora