PARTE I: Los Tributos: 1

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La suerte no siempre está de mi lado.

Tomo una manzana más y la pongo dentro del bolsillo de la chamarra, continuo caminando por los senderos un buen rato y he dejado un rastro en los árboles para no perderme al regresar. Por primera vez en mucho tiempo veo una pequeña ardilla subir hasta los más alto de un árbol de abeto, corre apresurada con ánimos de escapar de mí. Me teme y me pregunto por qué. No sería capaz de dañar a otro ser viviente, no podría hacerle daño ni a una mosca. Intento acercarme un poco al árbol para poder ver el resto de su familia la cual es inexistente. Miro a la ardilla con un poco de vergüenza y compresión. Él o ella es un animal desamparado y solo a su suerte, me pregunto cómo dos especies tan diferentes podrían tener el mismo sentimiento que cruza mi garganta.

Sigo el camino tratando de no perderme, me encuentro con un pequeño riachuelo, bebo un poco de su agua fría durante un segundo y me mancho la chamarra. Un pequeño crujido llama mi atención y perturba mi silencio.

Sus pasos son pequeños, débiles, apenas puedo escucharlos y son sigilosos. ¿Como alguien puede caminar por el bosque sin hacer ruido?
Los pasos que yo no podría dar, son demasiado coordinados y lo hacen para no espantarme. ¡Son agentes de la paz! ¡Han venido aquí para llevarme preso! ¡Me mataran y me convertirán en un Avox de por vida! Me echó a correr, con fuerza en un sendero tratando de no hacer algún ruido, corro con la fuerza que tengo para no ser una criatura indefensa en el capitolio, ser un Avox sería una tortura prolongada porque perdería mi lengua. Me ha alejado lo suficiente para ver quien me sigue, espero a dos hombres vestidos de blanco de forma de insectos persiguiéndome pero nadie me sigue. Me detengo y me escondo tras un abeto, espero unos segundos para ver de donde provienen los pasos.
Es Katniss Everdeen. Con su arco y flecha lista para cazar a la ardilla que había visto antes.
Ella es una arquera experta, todos en la escuela le tenemos mucha estima ya que es la única persona que tiene la valentía de ir al Quemador y vender allí sus cosas. Pienso que la valentía no tiene que ver mucho en ello, seguro es su necesidad de mantener a su madre y su pequeña hermana Prim con algo de comida, ese es el primer motor que hace que haga ese tipo de cosas. Yo he tenido una probada de lo que es salir del distrito de manera ilegal, ella lo hace todo el tiempo, quizá todos los días sin ser descubierta. Si los agentes de la paz que no son corruptos supiesen lo que ella hace ya la hubiesen ejecutado mínimo unas diez veces. No la culpo, si estuviese en su posición ya haría lo mismo por mi familia, o por mis hermanos. Ella es una Valiente, es arriesgado, pero es lo más productivo que puede ser su vida en un lugar tan reducido de posibilidades como lo es el 12, no puedo imaginar a Katniss vendiendo su cuerpo joven al viejo Cray por algunas monedas. Él despreciable viejo Cray es nuestro jefe de agentes de la Paz, es un alcohólico empedernido y no puedo culparlo.

Un segundo después la escucho irse entre risas y una conversación.

Sigo el rastro que he dejado fuera del bosque, me como la última manzana y me adentro en el distrito 12. Voy directo a la dulcería y compro algunos dulces a base de chocolate que me cuestan algunas monedas, guardo un poco para después de la cosecha y me meto de nuevo en la ventana al llegar a casa. Nadie ha notado mi ausencia y no me sorprende, mis padres están ocupados todo el tiempo y mis hermanos ninguno parece notarme. Ser el hermano menor de una familia apesta en su mayoría, pero me he acostumbrado a sobrevivir a todos ellos. Casi no conservo algún amigo estos días, todos se han alejado de mí al pasar del tiempo y me he convertido en un muchacho solitario.

-¿Un día difícil? -pregunta mi padre.

Mi padre es un hombre opuesto a lo que soy, él es algo pasado de peso y con ojos grises de la veta.

Le asiento. Se sienta a mi lado sobre el alfeizar de la ventana y mira hacia fuera.

-Todo estará bien, no pasara nada malo. Tendrás la misma suerte y la de mis padres. Todos hemos sobrevivido aquí en Panem. Es tu destino ser el último de tu generación en salir ileso.

Los 74ºJuegos del Hambre (Peeta & Gale)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora