Capítulo 45."Invitación aceptada."

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Las cinco chicas miraron a la pelinegra extrañadas y esta encogió los hombros.

—¿Qué? —dijo Melody—. Es algo bastante normal, hoy en día.

—Olvidalo —dijo Audrey frunciendo el ceño antes de volverse a Astrid—, lo importante es que hay que preparar una fiesta que sea magnífica.

Astrid frunció el ceño.

—¿Por qué estás tan amable conmigo, Audrey?.

—Ah bueno, Ben y yo ya no somos novios, así que no  hay razón para que tú y yo nos llevemos mal. ¿No es cierto?. —preguntó la hija de Aurora.

La chica lo pensó dos veces y término asintiendo. Supuso que Audrey tenía razón, aunque Ben no era la única razón por la que no se llevaban bien. Sin embargo bien que la princesa quería ayudar podría ser un buen nuevo inicio

—Bueno... ¿Así que una ceremonia de confirmación de puesto?, ¿Qué es eso?. —preguntó Mal.

Confirmación de cargo real —corrigió Jane—. Es donde la gente que va a trabajar en par con nuestro reino tiene que juramentar su cargo y prometer servir al pueblo de Auradon pase la que pase.

—Que gran honor... pero pensé que no eras de las personas que querían tratarse mucho con la realeza, siempre estando elegantey eso, Astrid —dijo Mal

—Admito que no soy fan esas reuniones aburridas y conferencias.dijo la chica.-Y mucho menos las clases de etiqueta y princesorología.

—¡Hey! —se quejó Audrey— Amo esa clase.

-Si lo sabemos.-Dijo Lonnie.

—En fin, no me gusta pero es una responsabilidad que tengo que cumplir si quiero ayudar a Ben —dijo Astrid— . Y admito que a pesar de todo me encanta la idea de ser su mano derecha. Además, muchas cosas están cambiando en Auradon, tal vez pueda ayudar a Ben haciendo muchas cosas diferentes y menos aburridas .

Las chicas sonrieron con bastante energía. Ellas se encontraban en el aula de Física avanzada. Planeando que hacer para eso. Las chicas debatieron en que hacer para organizar eso. Mal pensó que si Evie estuviese ahí ella  lo haría más fácil. Pero se divirtió pensando en la idea de ella y Holly jalandose los pelos entre ellas.

Pero eso está mal. Pensó una voz dentro de Mal.

Entonces fue cuándo las chicas escucharon  detrás de ellas la piedra abriéndose y se volvieron rápidamente, viendo al pelinegro/blanco en el umbral de la puerta.

—¿Puedo pasar?—preguntó él—. ¿Es un mal momento?.

Astrid sonrió al verlo.

—No... estamos planeando algo nada más.

Carlos sonrió a la chica. Las chicas junto a Astrid se miraron y sonrieron entre si.

—Oigan, chicas —dijo Lonnie—. Acabo de recordar que tengo que buscar unos papeles para mi clase arquitectura de castillos. ¿Me acompañan?

—Oh, sí...—dijeron las cuatro chicas, ella tomaron sus cosas y rápidamente dejaron la habitación.

Carlos y Astrid se miraban mutuamente y se sonreían, ignoraron por completo entonces  la ida de las chicas y un par de segundo después Carlos se acercó a ella.

—Ehm... Astrid yo, vine a darte un regalo —dijo el chico pero de nada empezó a sentirse nervioso.

La chica se sobresaltó extrañada.

—¿Un regalo? —preguntó ella—Carlos, no tienes que darme nada.

Carlos asintió.

—Lo sé... pero quiero —le respondió él—. Además, Evie dijo que sería algo lindo de mi parte ya que tú y yo...

—¿Sí? —preguntó Astrid con curiosidad en su voz y un leve brillo en los ojos, Carlos en definitiva estaba nervioso, pero él había repasado mucho lo que iba a decir, así que suspiro antes de decir:

—Date la vuelta —La chica frunció el ceño con una sonrisa—. Oh vamos, ¿Confias en mi, verdad?.

Astrid miró a Carlos y asintió confiada ella se dio la vuelta dándole espalda al chico.  Entonces ella sintió como las yemas de los dedos del chico tocaban su nuca apartando el cabello de ella. Sintió un cosquilleo a eso pero se quedó quieta.

Entonces fue cuándo lo vio, un colgante  estaba pasando justo en frente de ella, vio una figura que no pudo ver bien al momento pero, entonces, este descanso en su pecho. El collar reposó junto a la rosa y se dejó reposar allí. Entonces sintió las manos de Carlos detrás de ella y en unos segundos dejó de sentirlas. Ella vio el collar y vio en  él un copo de nieve mediano. Astrid le recordó el reino de Arendelle y lo bueno que la había pasado allá. Ella amaba el invierno sobre toda las estaciones, aunque su cumpleaños fuera en otoño, la cual era su segunda estación favorita.

Ella lo examinó y le pareció hermoso.

Y más hermoso aún por que Carlos se lo había dado.

Se volvió a Carlos y sonrió.

—Es hermoso Carlos, yo... gracias —dijo suavemente mientras se acercaba a él y lo abrazaba, Carlos pudo sentir un olor a fresas en el cabello de la princesa.

Él sonrió dulcemente a la chica cuando esta se separo suavemente de él.

—Oye Astrid... Yo me preguntaba si tú... —dijo el chico pero entonces su voz se cortó  y la chica lo miró extrañada.

—¿Sí? —dijo ella.

—Bueno yo había estado pensando que tú y  yo... bueno ya sabes... como nosotros... Yo me preguntaba si tú... ¿querrías ir a una cita oficial conmigo? —preguntó sacando todo en aire de sus pulmones.

La chica había notado el nerviosismo en Carlos y lo comprendía, ahora ambos se encontraban en una situación completamente a la de la semana anterior y la anterior a esa.

Y sin embargo ella también estaba nerviosa.

Pero sin embargo, la idea de una cita con Carlos le gustaba.  Y esbozó una sonrisa mientras tomaba una mano de Carlos y entrelazaba sus dedos con los de él.

—Me encantaría ir a una cita contigo, Carlos.

La princesa de Auradon [Descendientes/Carlos De vil] LPDA1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora