La dama y el vagabundo (Jelsa) ||Adaptada|| •TERMINADA•

Desorden

— Eres tu — Sonreí — ¿Eres Elsa verdad?

— Si soy yo — Bajo la mirada sonriendo — Antes de seguir hablando, debo ir a cambiarme.

No había notado que solo traía una toalla que envolvía poca parte de su cuerpo, me había quedado totalmente cautivado por sus hermosos ojos.
Al fin pude conocerla, término siendo aquella chica con la que choqué aquel día, ella era hermosa, verdaderamente hermosa, la vi levantarse y tomar un vestido.

— Oh, ¿quieres que salga? — Le pregunté.

— No te preocupes — Me sonrió con su perfecta sonrisa — Me cambiaré en el vestidor.

Luego de unos minutos volvió a la habitación, traía un hermoso vestido blanco que a ella le quedaba realmente hermoso, se sentó junto a mi y me miró.

— ¿Cómo fue que esto pasó? — Pregunté.

Rápidamente su sonrisa se fue y lágrimas se aproximaban a sus ojos.
La abracé, ella lloraba y me abrazaba fuerte, yo acariciaba su cabello tranquilizándola.

— Lo que pasó fue es que... — Dijo mientras me abrazaba en mi pecho — Discutí con mi padre — Dijo — Estoy cansada de el — Dijo llorando — Siempre se la pasa mandándome y tratándome mal — Me abrazó más fuerte — Ya no lo soporto.

— ¿Intentaste suicidarte? — Le pregunté preocupado

— Si — pausó — Pero fue un error...

—Mira — La aparté de mi para mirarla a los ojos — Se qué apenas nos conocemos, pero prométeme algo.

— ¿Que cosa Jack? — Sonreí.

— Me prometes que no volverás a intentarlo — Ella no dijo nada — Esa no es la manera de enfrentar tus problemas Elsa — Acaricié su cabello — Se qué es difícil — Suspiré — Créeme que lo se, pero esta no es la manera de arreglarlo.

— Entonces ¿cuál es? — Me preguntó pasando uno de sus dedos por sus ojos para secar sus lágrimas.

— No lo se — Tomé su mano — Pero si me necesitas, aquí estaré yo puedo ayudarte a encontrar otra manera, de alejarte de todo y no pensar en lo mal que te pone discutir con tu padre — Me abrazó fuerte.
— Gracias, gracias por todo y... — Pauso — Gracias por salvarme.

— De nada Elsa.

Quisiera estar abrazándola todo el día, pero tenía que seguir trabajando.
Esperen, me acorde de algo...

— Elsa — Dije exaltado — Éstas enferma y te bañas en agua fría — Estornudó y rió tierna — Te traeré tu remedio — Sonreí.

— Ok, gracias — Me dijo.

Me levanté de ahí y fui abajo, busqué en la cocina su remedio y lo encontré, lo preparé como debía ser, luego volví a subir, entre y vi a Elsa tratando de ordenar el desastre en su cuarto.

— No, no y no –dije — Tu tienes que estar recostada, después de todo lo que pasó, necesitas descansar.

— ¿Viste lo que es esto? Es es es... — Pauso — Un desastre.

— Por eso yo lo ordenaré y tu te acuestas.

— Yo no dejaré que tu limpies todo.

— Pero — Quise decir pero me interrumpió.

— Déjame ayudarte. — Dijo curvando su labio inferior hacia afuera.

— Elsa soy el sirviente, yo me tengo que encargar de ordenar.

— Y yo soy Elsa y quiero ayudarte — Sonrió — Por favor — Me miró con carita de perro degollado.

— No lo se — Dije.

— Por favor — Alargó.

— ¿Segura?.

— Segurísima — Dijo emocionada.

— Esta bien, pero...

— ¿Qué? — Bufo.

— Tomate tu remedio — Le sonreí.

Bufo.

— Pareces una niña pequeña — Le dije.

— Yo no soy pequeña — Dijo cambiando de posé, como la de una mujer mayor.

— Ya mujer mayor, si quieres ayudarme tomate tu remedio.

Sonrió y se dirigió hacía su medicina, lo tomó rápido y a los segundos ya estaba a mi lado.

— Bien ¿por donde empezamos? — Me preguntó.

— Por el baño señorita — Le dije.

— Claro señor, vamos — Sonrió.

Riendo nos dirigímos al baño, comenzamos a ordenar, todo lo que había tirado..

— Achu — Se escuchó un estornudo.

— Salud — Dije riendo para ver a Elsa frotando su cara.

— Gracias — Dijo y sonrió.

Continuamos limpiando, ya casi terminábamos cuando Elsa me habló.

— Jack...

— ¿Si? — La miré.

— Quiero hacerte una pregunta, pero no se si hacerla...

— Vamos, solo pregunta.

— ¿No te enojaras verdad? — Me preguntó.

— No — Dije — Vamos, pregúntame — Le dije impaciente.

— Bueno... yo te choqué en la calle y-y — Decía nerviosa — Parecías un vagabundo y... la pregunta es... ¿tú eres un vagabundo?

Absolutamente no sabia que responder, ¿le decía la verdad? ¿O simplemente mentiría?