Identidades Mentirosas

Capitulo 41

Capítulo 41

Un silencio callo sobre nosotros.

Podía escuchar mi corazón latiendo fuertemente y podía ver las palmas de Stephen transformándose en puños.

"Por eso?! Por esa tontería casi mata a tu hija?! Por qué tu no le hiciste caso? Eso es tan..!" Stephen golpeo la mesa con su puño.

Me estremecí.

Suzanne nos vio confundida. "Que? Cómo que casi te mata?" Me miro. Suspire no quería repetir las escenas que aún me cazan durante los sueños pero eventualmente lo hice.

Suzanne se paró y se fue al baño. Samuel la siguió y nos quedamos Stephen y yo en la mesa.

"No debí de haberle dicho" murmure.

"Tenía que saberlo" me calmo Stephen.

"Quizá se ponga mal"

"No lo creo Savannah" y me abrazo. Mi cuerpo rápidamente se acomodó junto al de el. Siempre lo hacia. Es como si mi cuerpo encajara con el de el. Que eventualmente es verdad.

Ellos regresaron después de 5 minutos.

"Vámonos a Casa" propuso Samuel. Y todos asentimos.

Samuel manejó en silencio y nosotros hicimos eco de aquel silencio. Llegamos al hospital y Stephen y yo nos subimos al carro.

"Donde se están quedando?" Pregunto Samuel con la ventanilla abajo. Stephen bajo la de mi lado y menciono que estábamos hospedados en un hotel. Y Samuel nos dijo que estaríamos mejor si nos quedábamos en su casa. Después de varias rogadas accedimos y propusimos que los veríamos más tarde por que teníamos que desalojar el cuarto.

Ellos accedieron y viajamos por caminos diferentes.

Llegamos a nuestro cuarto y nos quedamos ahí en la puerta viendo el cuarto. Stephen no dio un paso y yo tampoco.

Lo mire, tenía que levantar la cabeza para mirarlo por que era exquisitamente guapo. Me sonrió y me tomo de la mano. Le lanze una mirada de confusión pero igual lo seguí. Salimos del cuarto al balcón y me paro frente a el. Frente a frente. Mi corazón latía salvajemente y me sonrió.

"Hace tanto que no me besas" se me escapo. La verdad yo solo lo pensé pero encontró su camino a mi boca.

Stephen sonrió.

"Ven aquí" dijo y me acerco y me beso.

Sus cálidos labios se encontraron con los míos y podía sentir su boca esbozarse con una sonrisa.

Yo sonreí también.