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Estaba sentado en aquel sillón de cuero viejo, con los brazos caídos y la cabeza apoyada en el espaldar, sus ojos estaban cerrados

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Estaba sentado en aquel sillón de cuero viejo, con los brazos caídos y la cabeza apoyada en el espaldar, sus ojos estaban cerrados. Respiraba profundamente y de un suspiro abrió los ojos lentamente, alzó los brazos y los posó encima del escritorio. Se sentía en el ambiente la tensión y desesperación del individuo, siendo así un ambiente de intranquilidad infinita.

Sin embargo, se dispuso a levantarse, para acto seguido ir a la morgue a visitar a sus invitados.

Aquel frívolo lugar, que resguardaba a aquellos que habían vivido en un pasado, estaba en un sepulcral silencio. Los lentos pasos del doctor se escuchaban como un eco solitario navegando a través de aquel reducido lugar, que alguna vez estuvo vacío.

Se visualizaba fácilmente cinco camas metálicas, con cuerpos recubiertos con mantas de un blanco tan limpio que te daba desconfianza. -Este lugar se está reduciendo, es una pena, pero sin sacrificio no hay evolución. -Y dicho esto, salió de la habitación, revisando la etiqueta de cada personaje que estuviese ahí dejándolos en una densa oscuridad al apagar las luces.

-Seguiré con esto, E05 tiene algo interesante que brindarme, y espero que no me decepcione.

Se dirigió al salón computarizado, estiró los dedos y los hizo tronar, miró por encima de sus hombros con desconfianza, se relajó, y tomó de una taza un espeso líquido naranjo.

»No te encuentras, no sabes quién eres, o lo que eres. Estás en un eterno desconcierto que jamás podrás resolver, y, sin embargo, sigues ahí, esperando a que una respuesta llegue a ti como el invierno después del otoño. Sumido en la oscuridad, escuchas risas de alegre sintonía, y abriendo los ojos luces brillantes que en todo su esplendor se reflejan en el oscuro cielo nocturno. Hay música demasiado alegre para tu gusto, niños gritando emocionados, y una voz ronca y sumamente alegre: - ¡Venga! ¡Pase amigo mío al circo! ¡El show está a punto de empezar!, ¡consiga un buen puesto bella dama!, ¿te gusta tu algodón de azúcar pequeño?, ¡venga, pase ya, que Circo DaMortem ha llegado a la ciudad!

»Muy poco lo entiendes, ¿por qué te encuentras en este lugar? Percatas que estás de pie, y como si no lo hubieses hecho, abres los ojos, extraño, ¿no lo crees? Y así, sumido en una oscura atmosfera llena de árboles retorcidos, la carpa y las personas frente a ti se van alejando, la oscuridad te está absorbiendo y sin pensarlo más, caminas, caminas pesadamente, pero te mueves. Encorvado pero tus pies se mueven. Niños de diferentes edades, cogidos de la mano de sus padres corren y gritan: -Vamos, vamos, que está a punto de empezar. -Y sus padres sonrientes asientes, soltando a sus hijos. Los infantes corren muy activos, no se preocupan por lo que está a su alrededor y te empujan, chocan contra ti, pero no les importa y siguen corriendo. Algunos se tropiezan otros compran dulces y tú estás en medio de todo aquel caos. - ¡Pasen! ¡Compren sus boletos que todavía hay espacio!, usted, sí, usted, parece que es de su agrado estos espectáculos, venga, acérquese, entre, y disfrute, yo lo invito. -Aquel caballero con extravagante sombrero se dirige hacia ti, se acerca y posa su mano en su hombre mientras que te dirige directamente hacia la entrada de la carpa. Las luces amarillentas iluminan las caras de los espectadores: -No desespere, el show está por empezar.

Experimento FOBIA ©Where stories live. Discover now