Experimento FOBIA ©

III

— ¡No está funcionando! Entiende, estamos por el segundo muerto... Si seguimos así no vamos a llegar a nada, lo sabes perfectamente... No, no, no, yo voy a hacer lo que acordé desde un principio, y si no te gusta, no me importa ¿entendido? Si mueren todos, nos descubrirán, no llegaremos a lo que queremos. Son tan ingenuos que no saben cómo controlar la situación... Sí, ya están delirando, pero no del todo, tengo que activar. Sí, dame un momento, está llegando el cuerpo.

Un segundo cuerpo inerte aparece en la oficina. Una segunda muerte, una segunda sábana blanca, un segundo experimento y un nuevo inquilino de la morgue.

— ¿Sigues ahí?... Ya tengo el cuerpo, sinceramente no sé de dónde sacó esas heridas. Lo atacaron arañas. La situación de E01 no fue tan una araña gigante le arrancó la cabeza... Ahora la están uniendo al cuerpo. Te lo dije, francamente si siguen así terminaré sin hígado... Ya, pero eso no significa que me llegue a dar arcadas, ¿no?... E03 presenta un miedo a lo desconocido... Exacto, como la incertidumbre, todavía no tiene un nombre definido con la palabra "fobia" al último... Me pareció interesante examinarlo, además, tengo el escenario perfecto para ellos;... ya te lo dije, voy a empezar a hacer lo que acordé desde un principio, no debí a hacerte caso, ¿sabes? Estas dos muertes han sido causadas por infarto y asfixia. Por lo cuál te digo, si sigo así, no terminaré en nada, habré perdido dinero y tiempo y ni siquiera llegaré a una deducción de este estúpido experimento, ¿ok?,... bien. Adiós. —Y, al terminar aquella conversación, con un aura cansada y totalmente decepcionada, el doctor Roosevelt, quién ahora se dirigía a su segundo huésped, pensaba en aquella idea que se le vino a la mente el primer instante en el cuál se le nombró el tema principal. Había concordado consigo mismo en ser paciente para obtener resultados, para él, todo esto es un pequeño juego que le muestra lo capaces que son los humanos. Se dirigió, así, al cuarto de hologramas y lo encendió. Pudo ver desde su posición a los maltrechos experimentos, que paranoicos miraban hacia la nada, resistiendo o lo más que podían ante la droga que se les implantó.

—Queridos invitados, anuncio ante ustedes la muerte de dos de ustedes. E01 y E02 han muerto, lo sé, es impactante y terriblemente triste. Pero, dejando esto de lado, tengo otro anuncio importante que hacerles. E03 eres el que sigue en este proyecto, pero no desesperes, no lo pasaras solo com...—se detuvo en su discurso para consigo . Preguntándose cómo será el experimento de la misma manera en la que comenzó, así que sin mayor duda alguna y un recelo extremo, dijo las siguientes palabras: — ¿Sabes qué? E03, olvídalo, y ustedes igual. Espero que sus alucinaciones no lleguen antes de poder analizarlos. Por favor, coman un poco. —Y sin más apagó el aparato, caminó hasta sus máquinas y encendió el protocolo cerebral. Sin olvidarse de ver cómo el cuello de E02 era cosido.

»Cuando el "profesor" que te ha secuestrado se ha ido, miras intensamente y con rabia hacia el lugar en donde apareció hace pocos momentos. No tienes hambre, así que permaneces allí en el suelo blanco, recargado en la pared y con los oídos punzantes, y sobre todo con ardor en los ojos. Han pasado días, o eso es lo que sientes. Has escuchado los gritos de tus ya muertos acompañantes, y te preguntas: ¿qué es lo que les hizo? Sin embargo, nunca te has podido responder, y ahora, que es tu turno te preocupas más que antes, por el simple hecho de que desconoces lo que te sucederá y eso te asusta, porque estás más que seguro que en esto periodo de tiempo te debes preparar para tu ya segura muerte. Estás en un estado de cansancio mental, en el cual solo quieres recostarte y dormir, pero no eternamente, ¿y si a lo mejor, te haces el muerto? Es una buena idea, pero tienes algo ahí que sabes y está presente, no sabes si funcionará, y tampoco sabes qué es exactamente lo que te pasará para llegar a llevar a cabo tu plan...