DELIRIO

Capítulo 34

El amor de madre... uno jamás lo comprende, hasta que lo es.
El amor de madre... es más fuerte que cualquier otra forma de amar.

De niños, jugabas al "papá y la mamá" imitando acciones de tus progenitores, vacilando de la vida adulta... en la infancia, todo parece color rosa, todo es más fácil, todo fluye como agua de río. Sientes ese cariño por tu hermanito que vino a robar atención y compartir sus juguetes, sin embargo... por más que lo quieras, o por que más ames a tu muñeco de plástico. Nada se compara con el amor que tienen tus padres por ti.

Al crecer, la juventud se hace escalofriante, topas con la pared repetidas veces u otras pasas por arriba, esa etapa está llena de hoyos, que debes esquivar para no caer y seguir por el camino correcto.

Escuchas comentarios de amigas que comenten un desliz y salen embarazadas, comparten la experiencia contigo. Incluso ves esas series por televisión, tu mamá te platica... tienes una ligera idea de lo que es el cariño maternal.
Muchas no lo siente ni siquiera al tenerlo... tarda en llegar a veces... pero en otros casos es muy pronto.

Y te toma desprevenida... si te llega al nacer, lo ves y sientes que ya nada importa, tu vida gira alrededor de ese nuevo ser.

O puede que llegue en el momento de ver la prueba en tus manos, y leer "positivo"... te tocas el vientre e idealizas como será, sueñas con tenerlo en tus brazos.

¿Qué pasa si nada de eso se cumple?... ¿Qué pasa con aquellas mujeres que pierden a su hijo antes de tenerlo? ... ahí también cuenta el cariño maternal, ya que queda frustrado y buscas el alivio por todos los medios... quizá en el futuro lo sobrelleves mejor.

Y... ¿si tú eres la que debe decidir?... decidir si darle vida a ese ser, o por su propio bien prohibirle la lucha.

La decisión más difícil.

Le toma la mano, y espera a que se calme. No ha parado de llorar, de ver esas imágenes horrorosas... rogándole al cielo por una solución ante este nuevo sufrimiento.

Ella pensó que ya lo había vivido todo... que ya no se podía sufrir más de lo que ella ha pasado. Pero se equivocó. Esto es más de lo que ella pueda soportar.

André: - entristecido – el doctor me contó todo... supuso que tu no podrías

Susurró. Ella asintió, era mucho mejor así, tiene razón, ella no podría.

Laura: - respirando con dificultad – André

Su nombre lo pronunció como un lamento.

El presionó su mano, se ven fijamente trasmitiendo su dolor.

André: - tiernamente – tranquila amor... estoy contigo

Se acerca y le da un beso en la frente. Ella intenta calmarse, y lo logra. Cuando cree que puede hablar, lo hace.

Laura: - dolida – el docto me dijo todas las consecuencias... yo me puse a pensar, pero necesito saber qué opinas tu... ¿tú que quieres que hagamos?

No dijo "con nuestro bebe" por qué se echaría a llorar de nuevo. André aprieta la mandíbula.

André: tú sabes que yo gastaría hasta el último peso de mi dinero con tal de ayudarlo... con tal de que tenga una vida normal

Se le cierra la garganta también. Ella aguarda.

André: - triste – sin embargo, a veces ni con todo el dinero del mundo se puede hacer

Y con eso concluye...

Laura: - suspirando – Entonces, ¿tu si quieres que lo aborte?

Dijo la palabra aunque le rasgo el esófago.