Capítulo 22

504 47 2
                                    

"Duele equivocarse... duele caer perdida... duele reconocer que todos estos años causaste un sufrimiento dentro de ti que te hizo llorar. No quiso ver, a pesar de tener mil razones para dejarlo. Cuesta tomar decisiones, pero cuando te inclinas por una, podrías finalmente ser libre."

André: ¿Qué pasa con Laura?

Cuestiona a su padre, Renato traga saliva, en ese momento timbra su celular, lo iba a ignorar, sin embargo algo dentro de él, lo hizo contestar.

Laura: - del otro lado del teléfono - ¿Renato? Si estas con André por favor no le digas donde estoy

Suplicó, Renato frunció el ceño, vio a su hijo quien sigue esperando una respuesta.

Renato: - confundido - ¿Por qué no?

Laura: - suspirando – lo mejor es que se lo diga yo en persona

Él estuvo de acuerdo y fingió hablar un poco más antes de colgar, se debatió para no decirle nada a su hijo.

Renato: - volteando con su hijo – Nada, bueno, ayer tomaste y quería saber ¿qué paso?

Su hijo bajó la mirada, no sospechó nada.

André: Es muy largo de contar

Renato: - tocándole el hombro - vamos, te invito un café

----

Al atardecer, Yammal está fumando con un puño apretado y viendo a la nada. Ha mantenido esa misma posición desde hace horas. Se levantó exasperado y se empinó una botella con tequila.

Entró alguien...

--: señor, aventamos al Pantera donde nos indicó

Comenta otro más de sus empleados, Yammal asintió. Luego voltea y con ojos rojos penetra su mirada en ese hombre.

Yammal: ¿y Laura?

--: - meneó la cabeza en forma negativa – Aún nada, pero seguimos buscando

Yammal: -acercándose – Quiero que investigues a sus amigos, a todo el mundo... si no me tienes nada pronto, correrás la misma suerte que el Pantera

Gruñó molesto y lastimado. El hombre asintió y salió despavorido. Yammal se sentó de nuevo, se llevó una mano al inicio de la nariz y se apretó.

Yammal: Laura...

Susurró. Desde luego esta enfurecido con ella, esa maldita perra lo dejó sin más... sin embargo, más grande es su tristeza y eso también lo enoja, jamás había sentido que la perdía como hasta ahora. Se odiaba por ser como es, no podía evitar llegar a los golpes cuando algo no salía como él lo planeó, maldijo la hora en que admiró a su padre que golpeaba a su madre y así la mantuvo domada... creyó que con todas las mujeres era igual. Lo que no sabía, era que su madre soportaba todo aquello por amor a su esposo e hijos. Laura no lo ama ya...

Yammal: - murmuró - Si es que me amó alguna vez

Se lamentó, apretó los puños. Recuerda cuando la vio por primera vez, con esa sonrisa encantadora, ese cuerpo arrebatador y ese carisma inigualable... se enamoró enloquecidamente de ella.

Yammal: ¡Maldita seas, Laura Friessen!... ¡no me veras sufrir por ti, estúpida!... te encontraré y pagarás muy caro el haberme abandonado

Se dejó llevar por el odio y apretó la copa de más, estallando en pequeños vidrios que se incrustaron en la palma de su mano.

----

Alina: - entrando al cuarto – ¿localizaron a André?

La interroga con algo de pena siendo que no son muy amigas.

DELIRIOWhere stories live. Discover now