DELIRIO

Capítulo 16

Sacó un cigarrillo y en el balcón lo encendió, necesita ese vicio antes de caer en el otro. Sus ojos están húmedos y se siente mal por la reciente discusión con André. Quizá no debió decirle nada, soportar su reproche como lo hace con el Lobo.

Al pensar en ese hombre le asaltó otra duda. En todo el tiempo que había estado con Yammal fueron pocas las veces en que obtuvo placer de verdad, incluso en ocasiones tenía que fingir. ¿Qué paso anoche?... no fue lo mismo que con André, eso lo tiene claro, sin embargo Yammal la hizo sentir demasiado bien, y eso la tiene confundida.

A lo lejos escucho unos pasos y al voltear, se encontró con su hermano, bajó la mirada preparada para otro rechazo.

No obstante, Alfonso alcanzo a deslumbrar la agonía que emanan sus ojos.

Alfonso: - acercándose - ¿estás bien?

No lo planeó, ni pensó. La preocupación de hermano mayor sin querer volvió, como en el pasado.

Laura: - sorprendida – No

Murmuró. Necesitaba tanto de un abrazo, de un "te quiero", de un apoyo, de un amigo, de un hombro donde llorar... de un hermano.

Alfonso: Laura...

Estiró su mano, queriendo tocarla. Al verla tan frágil quiso protegerla.

Yammal: ¡Aquí estas! – escucharon y ambos voltearon.

Quedó a un lado de Laura.

Yammal: - pasándole una mano por la cintura – Te he estado buscando

Su tono de voz fue serio, a Alfonso no le gusto como se dirige a su hermana.

Yammal: - viendo a Alfonso - ¿Quién eres?

Ni lo saludo, sabe que su mujer se relaciona con mucha gente, pero no le gustó encontrarla con un hombre a solas.

Alfonso: Soy...

Dudó, volteó con Laura, y ella le suplicó con la mirada que no dijera nada. No desea que Yammal se entere que tiene familia, Alfonso correría peligro y no desea ponerlo en la mira, suficiente daño le ha hecho.

Laura: Es el gerente del hotel... - apresuró a decir – vámonos

Sin embargo, Alfonso ignora el por qué esconde su parentesco y le dolió escuchar como su hermana no lo acepta.

Yammal: - no se movió un centímetro – espera, nena... no seas descortés. Buenos días, señor...

Alfonso: - tomo la mano que ese hombre le ofrecía – Alfonso

Se ahorró el apellido y Laura suspiró aliviada.

Yammal: Alfonso – tomando del brazo a Laura – despídete

Ordeno, Laura no vio a los ojos a Alfonso, apenada. Mientras él estudiaba cada cosa.

Laura: Nos vemos, señor Alfonso... con permiso

Sabe lo que su hermano está viendo. Un hombre influyente y riguroso, enseñándole modales a su novia, tratándola como una niña.

Al marcharse la pareja, Alfonso se quedó pensativo.

Laura: - al perder de vista a su hermano - ¡suéltame ya!... no me trates como una niña

Yammal: no te comportes como una – tomó el cigarro y lo aventó a un bote de basura.

Laura: ¿a qué viniste?, ¿Por qué no mandaste a la zorra de Bárbara?

De nuevo la sujetó del brazo con más fuerza.