Let's Play

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El ritmo de su corazón empezaba a latir aceleradamente al compás del canto de los aficionados del Borussia Dortmund, que era lo único que se escuchaba en el frío Allianz Arena.

Estaban a una hora del partido y ellos sabían que alentar al equipo es un trabajo de tiempo completo, igual que el de ella.

El sonido de sus botas retumbando en uno de los pasillos de entrada a los asientos VIP del estadio hacía presente su nerviosismo. Sabía que hoy era el día.

Recuerdos se atravesaron por su mente de cómo llego hasta ese momento. El micrófono instalado por el agente Muller en la solapa del abrigo que Nía portaba en la noche de la fiesta fue de gran ayuda para saber que su plan estaba por terminar. Específicamente hoy.

Aún recuerda los cólicos y temblores que experimentó al escuchar a la voz masculina dictando una orden a la cual Tara no tenía opción a rechazar.

Tenía miedo, mucho miedo, Marco estaba en un verdadero peligro. Él la había buscado a mediados de semana con un enorme ramo de rosas y una cena que terminó en algo más allá de las sábanas del jugador. Él en serio la quería y ella solo lo había utilizado, aunque era para salvarlo, lo había utilizado al fin y al cabo.

Revisó su casa, cada centímetro de ella, quería saber qué le había dado Nía durante todo este tiempo en el que ella se había ausentado de su vida. Pero nada... Nada más que papeles y el único rastro de medicamento es el calcio que toma todos los días para evitar la fragilidad de sus huesos que lo llevan a semanas intensas de rehabilitación.

Se habían reconciliado y ahora buscaba protegerlo de la mejor manera posible, pero ¿Cómo hacerlo mientras él estaría tan lejos de ella jugando uno de los partidos más importantes de este inicio de temporada?

Una mano tocó su hombro por detrás y su instinto no le hizo dudar de mandarlo al piso y retorcer su brazo en su espalda.

- Tranquila Jules, que los nervios no te venzan... - El agente Muller se retorcía del dolor en el piso. Siempre se sorprendió de la fuerza de Valentina pero cuando estaba nerviosa era incontrolable.

- Lo lamento – Dijo Jules disminuyendo su fuerza y ayudándolo a incorporarse – ¿Se te ocurrió algo para el partido?

- Si, pero creo que no vas a estar de acuerdo... - Él sabía que lo más probable era que Valentina no aceptara la propuesta que tenía en mente.

- ¿Por qué pienso que esto no me va a gustar? – trató de hacer una sonrisa en su rostro, pero este no era momento para bromear.

- Nuri aceptó que...

- No – lo interrumpió ella apenas oyó el nombre del turco - No quiero que Nuri esté involucrado en esto. Mucho cargo de conciencia llevaré si algo le pasa.

- Valen, es la única opción que nos queda. No creo que te guste que Marco esté desprotegido dentro de la cancha.

- ¿Y qué puede hacer Nuri? ¿Lanzarle un balonazo? No lo creo. No quiero exponer a ambos.

- Nuri aceptó...

- Linda forma de consultarme Muller... -dijo molesta la mujer. Si algo le pasaba algo a Marco sin duda que lo lamentaría, pero el peso de que algo le pasara a Nuri sin estar involucrado era mayor.

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En el camerino solo estaban Sahín, Muller, un técnico de la empresa y Valentina. Todos alistándose para lo que pasaría en las próximas dos horas.

- No creo que le pase nada en la cancha, llamaría mucho la atención – dijo el técnico mientras ubicaba una protección antibalas en el cuerpo de Nuri. Era una capa que se moldeaba a su piel, tanto que ni sus rivales en el campo notarían lo que usa por debajo de su uniforme amarillo.

- No podemos arriesgarnos a nada – respondió Muller mientras ocultaba sus armas y provisiones en lugares de su cuerpo inimaginables.

Valentina se preparaba en silencio con la culpa cargando sobre su espalda, ¿Y si los perdía a ambos?

Luego de preparar a Nuri, éste se acercó a la mujer tomándola de las mejillas obligándola a mirarlo a los ojos.

- No te preocupes por mí, estaré bien, no nos pasará nada – Él la miraba con ternura, con la promesa de que regresará a salvo para ella y para su familia. Estaba dispuesto a darlo todo por su amigo y esa era la garantía de que a Marco no le pasaría nada.

Valentina no pudo articular palabra y solo lo abrazó, como si fuera la última vez que lo haría, como si lo abandonara para siempre. No lo quería soltar, tampoco quería perderlo.

Él se deshizo del contacto y juntó sus labios con los de ella. Era un beso tierno y cargado de sentimientos, lleno de promesas que incluían que se volverían a ver y que no se besarían más.

Muller sintió como la sangre hervía por sus venas ante el contacto de ambos, pero se tranquilizó al saber que Nuri era casado y que Jules solo quería a un hombre y que no era él.

Al separarse los labios de Sahín se pintaron de un intenso rojo granate perteneciente al labial de la mujer. Ambos sonrieron y sabían que todo estaría bien.

- Let's play – dijo Jules con la sonrisa más sincera que había tenido durante todo el día

-.-.-.

Hallo

Lamento tanto haber demorado en actualizar y les debo miles de disculpas, pero entiéndanme que cuando una persona tiene un bloqueo nada queda bien y quería que esta novela fuera perfecta para ustedes.

Se que ha sido casi un mes pero en serio lo recompensaré.

Les aviso que ya estamos en los capítulos finales de esta novela. No suelo escribir obras tan largas y no aseguro segundas temporadas.

¿Creen que Marco muera?

¿Creen que Nuri muera?

¿Creen que Valentina muera?

¿Creen que al menos en mi fanfic podamos ganarle al Bayern? Aún no supero lo del domingo. Eso me deprimió más :(

Y por un mundo con más momentos de Gotzeus, me despido...

Marie


Viviendo una mentira (Marco Reus)Where stories live. Discover now