El amigo de mi novio

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Esta era la parte que menos le agradaba a Valentina: tener que involucrarse sin involucrarse demasiado. O en otras palabras, evitar cualquier sentimiento que pudiera surgir luego de compartir la mayor parte de su tiempo con alguien que se estaba empezando a enamorar de ella.

Marco era algo diferente a lo que ella había experimentado antes. Era detallista, atento y siempre cariñoso con ella sin llegar al extremo de resultar empalagoso.

Pero Valentina se arrepentía cada vez más de hacer esto, siempre que estaba cerca y se perdía en la inmensidad de sus ojos verde brillante se sentía como la peor persona de este mundo, como si estuviera jugando con sus sentimientos, aunque eso era lo que estaba haciendo en realidad.

¿Por qué se sentía tan culpable ahora, cuando había hecho esto millones de veces? Esa era la interrogante con la que Aller se despertaba cada mañana y aún no encontraba la respuesta. O mejor dicho, sabía la respuesta pero no quería admitirlo.

Hoy cumplía un mes con Marco y la había invitado a ver un partido en el Signal Iduna Park, eso significaría una cosa importante: estaba oficializando su relación ante el mundo entero.

Una sensación de nervios recorrió la anatomía de la castaña al pensar lo que estaba desencadenando el haber aceptado este trabajo, pero ahora más que nunca debía de actuar lo más profesionalmente posible.

Se miró al espejo analizando su atuendo una vez más: sus leggins negros acentuando sus largas y torneadas piernas, la camiseta del Borussia Dortmund la cual en su espalda llevaba el número del rubio, que ahora presumiría de llamarlo "su novio" ante el mundo entero. Su cabello castaño agarrado en una coleta y un maquillaje sencillo para tratar de no llamar la atención. Aunque eso era imposible luego de ser la novia de Reus.

Todo se había manejado en un relativo secreto para la prensa y ahora no había razones para seguirlo ocultando. Marco siempre mantenía el margen de dos meses para tomar la decisión de hacer pública una relación.

Y no es que Marco haya estado escaso de chicas por presentar, pero él se tomaba muy en serio la decisión de hacer pública una relación, pero con Jules era todo muy diferente, él estaba seguro que esto iba en serio y solo con pensarlo una sensación extraña recorre su estómago que hace que sonría inmediatamente ante su recuerdo. Hoy es el día.

Julianne llega cuando el estadio estaba a reventar y esa sensación de que estaba ante algo muy grande se hizo presente de nuevo.

El Signal Iduna Park era majestuoso sin duda alguna, la gente cantando hasta quedarse sin garganta durante 90 minutos, la pasión que ponían en cada palabra que pronunciaban, la devoción al azar sus bufandas y banderas con los colores de su equipo, ese "amor verdadero" que demostraban en cada juego y todos los días, era algo que superaba los sentidos de Jules.

Sentía como su piel se erizaba al entrar al lugar, era una sensación abrumadora que la dejaba inmóvil, pero trató de evitarlo para poder sentarse en el puesto designado por Marco para ella.

Una voz retumba en el estadio dando a conocer la alineación del equipo local y escuchó con especial atención los gritos cuando pronunciaron el nombre de Reus. Sin dudas era el preferido de la hinchada.

Te odiarán cuando termine esto. Te odiarán tanto cuando destruyas el corazón de Marco. No dudó en pensar Calligner, pero ya era muy tarde para evitarlo y tendría que asumir las consecuencias como jamás regresar a Dortmund, o quizás a Alemania.

Los equipos saltan a la cancha y no puede evitar quedarse hipnotizada ante la gran sonrisa de Marco, sin duda amaba hacer esto. Esto es su vida y ella se lo arrebataría.

El rubio la buscaba con la mirada, hasta que la encontró sentada a lado de Erik Durm quien por ahora estaba lesionado y a dos puestos de Cathy, la esposa de Hummels.

El partido comenzó y la castaña se fijó que el chico sentado a su lado la había estado observando por mucho tiempo. Ella se sintió incómoda puesto que el rubio la miraba como si la conociera y quisiera preguntarle algo, pero Jules no recordaba haberlo visto antes.

- ¿Disculpa? ¿Te conozco? – preguntó la castaña tratando de averiguar la razón por la cual el chico la observaba tanto.

- Oh, disculpa. Mi nombre es Erik, amigo de Marco. ¿Tú debes de ser Julianne? – Oh, ya sé por dónde viene esto.

- Sí, soy yo. – Ella trató de terminar la conversación pero se le hizo imposible cuando a lado del rubio se sentó alguien que ella si reconocía: Nuri Sahín.

El turco se sorprendió al verla sentada a lado de Erik y trató de sonreírle más por educación que por amabilidad.

Él tenía un mal presentimiento sobre ella, y no se equivocaba.

Aunque no se habían presentado formalmente ellos sabían que se conocían por múltiples razones, como por los comentarios de Marco a Sahín y por las conversaciones escuchadas por Valentina.

- Hola, mi nombre es Nuri – extendió su mano para que la castaña lo tomara – Así que al fin conocemos a la famosa Jules.

El tono que usó Nuri no le agradó en absoluto, sabía que no le agradaba pero al menos pensó que disimularía en frente de ella

- Julianne Calligner – dijo para al fin soltar su mano que había agarrado de forma desafiante – y es un gusto conocer al famoso Nuri Sahín. Marco no ha parado de hablar de ti. – Mintió para luego concentrarse en el partido.

Ese partido cambiaría el rumbo de su misión.

Viviendo una mentira (Marco Reus)Where stories live. Discover now