Capítulo 21: Una derrota inevitable

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La mirada de Karl Heinz pareció vacilar un segundo, mas no dudó cuando una llamarada proveniente de la muchacha lo obligó a tirarse al suelo para esquivarla. Cordelia levantó las manos, creando una nueva esfera de fuego que lanzar al que fue su marido, sin embargo, no pudo evitar detenerse cuando éste se detuvo en medio de la sala, sin hacer ningún movimiento de defensa o ataque, y sin embargo, con sus ojos carmesí reflejando una fuerza demasiado abrasadora para ser real.

─ ¿Qué...? ─susurró.

Karl Heinz torció el gesto.

─Sería muy divertido luchar contigo ahora. Sin embargo, no tengo tiempo para ello ─siseó, dejando que sus ojos carmesí comenzasen a brillar, inyectados en sangre.

Antes de que nadie pudiese reaccionar, elevó una mano, creando una nueva ola de fuerza invisible, que arrojó a Cordelia contra la pared.

─ ¡¡NO!! ─chilló Hanae, levantándose como pudo, entre tambaleos, y extendiendo sus manos─ ¡Nat-chan! ¡Yuuka-chan! ─las llamó gritando, mientras entre sus dedos se empezaban a crear afiladas dagas de hielo─ ¡Vamos! ¡VAMOS! ¡Todas juntas!

Yuuka y Natsuki se miraron entre sí y asintieron. Ambas volvieron a asir sus armas y a correr hacia Karl Heinz, ignorando los avisos de alarma de cualquiera de los hermanos, Sakamaki o Mukami.

Una nueva batalla estalló.

Cordelia/Yui luchaba desde el aire, lanzando llamaradas verdes y violetas a la retaguardia de Karl Heinz. Hanae, desde lejos, intentaba lo mismo con tornados de nieve y dagas de hielo. Y cuerpo a cuerpo contra el hombre, estaban Yuuka y Natsuki, cada una con una espada. Era inevitable negarlo, Natsuki era la que más rápido y más veces atacaba, y Yuuka la que más golpes sufría.

Y a pesar de todo su esfuerzo, Karl Heinz no parecía desistir. Apenas parecía cansado, al contrario que ellas, que estaban agotadas. Los Sakamaki y los Mukami se sentían cada vez más frustrados, sintiendo como una barrera invisible puesta en sus propios cuerpos les impedía participar en la pelea.

─Yo soy el rey ─a pesar de la lucha, Touga comenzó a hablar entrecortadamente, mientras esquivaba los múltiples ataques de las chicas─. ¿Qué no entendéis? Mientras lo sea, cualquier persona que tenga una sola molécula de ADN vampiro en él, tendrá que obedecerme. ¿Creéis de verdad que podéis vencerme? Esto es solo un juego ─soltó una nueva carcajada escalofriante─. Yuuka, al menos tenía la esperanza de que tuvieses un poco más de cabeza. Pero eres igual de humana que ellas.

Aquello a Yuuka le sentó como bofetada.

Por un momento, dejó de atacar a su padre. Se detuvo en seco.

Entonces él, con una sonrisa victoriosa, le arrebató su espada, portando una en cada mano, y sin dudar ni un segundo atravesó el pecho de la muchacha.

Un río de sangre estalló, y el agudo grito que resonó por toda la mansión entonces fue desolador.

Pero Yuuka estaba intacta. Delante de ella, los ojos de su padre estaban completamente abiertos de la estupefacción.

Entre el padre y la hija, el cuerpo de Subaru Sakamaki se tambaleó y cayó al suelo, mientras una profunda herida en estómago comenzaba a drenar violentamente un espeso líquido carmesí.

─ ¡SUBARU! ─chilló Yuuka, horrorizada, y se acercó corriendo al chico.

─ ¿C-cómo ha podido...? ─musitó Karl Heinz. Dejó de defenderse, pero nadie le atacaba de todas formas.

─Él no quería hacerte daño, solo quería proteger a Yuuka ─susurró Natsuki, dejando que una cascada de lágrimas se deslizase por su rostro. Su amiga estaba arrodillada en el suelo, con el cuerpo de Subaru delante de ella y las manos en su herida como si pudiese para la hemorragia.

Bloody Nightmares [Diabolik Lovers #2]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن