Bloody Nightmares [Diabolik Lovers #2]

Capítulo 16: La sangre que corre sin quererlo

─ ¡Anemia! ─chilló Yui, apartando a Reiji de un empellón impropio de ella y entrando en el laboratorio como un huracán. Allí, sentada en una especie de camilla, se encontraba Yuuka, a la que se acercó en seguida─ ¡Anemia! ─repitió, con voz incrédula.

Contra todo pronóstico, Yuuka estaba sentada y despierta, sin embargo, su rostro estaba y el cabello sin brillo. Incluso sus ojos habían perdido su fulgor.

─Hola, Yui ─su sonrisa fue cansada y su voz débil. A la nombrada se le partió el corazón al verla así─. Yo también me alegro de verte.

─ ¡No hables como si no hubiese pasado nada! ─la reprendió Yui. Se giró hacia Reiji, entre enfadada y atónita─ ¿Cómo anemia? ¡Yuuka es una vampiresa!

─Es cierto Yui, pero no te olvides de que Yuuka tiene sangre humana ─el joven suspiró, ajustándose las gafas nerviosamente.

─Pero aun así, no comprendo por qué tiene anemia... ─murmuró Yui, acercándose a su amiga y cogiéndola de la mano. Yuuka esquivó su mirada─. ¿Yuuka?

Yui comenzó a sospechar ante el silencio de la otra, y una idea cruzó su mente.

Una idea loca e improbable, que hizo que el mundo se le cayese encima.

─Yuuka... ¿alguna vez...en toda tu vida de vampiro...has bebido sangre?

Silencio.

─Dios mío, no me lo creo ─Ayato se llevó las manos a la cara, con un deje de histeria e incomprensión en la voz.

─ ¿Cómo has podido sobrevivir sin sangre? ─inquirió Raito, atónito, sentándose al lado de su hermana y rodeándola con un brazo como un viejo amigo. Yuuka se encogió de hombros.

─Nunca he tenido la necesidad. Siempre he creído que mi sangre humana me impedía el hecho de necesitar beber sangre...pero solo camufla los ataques de sed. En realidad la anemia es cosa de mi lado vampiro; necesita sangre pero mi lado humano hace que reniegue el pedirla. Pero no hay nada que explique por qué justo ahora y de repente haya pasado esto...

─Es probable que tenga que ver con cuando luchaste contra Rihter ─supuso Reiji─. Aquel día perdiste muchísima sangre, sangre que jamás recuperaste.

─Pero eso significa que si Yuuka se alimenta ahora, ¿se curará? ─preguntó Yui esperanzada.

─No es seguro...pero probablemente. Aunque quizá tendrá que empezar a tomar sangre con regularidad si no quiere que esto vuelva a pasar ─respondió el segundo de los Sakamaki con expresión grave. Aun así, el rostro de Yui se iluminó con una nueva ilusión, y se puso delante de Yuuka, cogiéndola de las manos con expresión decidida.

─Yuuka, puedes... ─empezó a decir, sin embargo, los ojos de su amiga la hicieron enmudecer─. Oh. No...

─No puedo beber tu sangre, Yui. Ahora eres una vampiresa, y sería peligroso mezclar mi sangre humana y viva con la tuya...muerta ─su expresión se ensombreció─. Pero gracias.

Yui comenzó a balbucear, pero sabía que Yuuka tenía razón. Abrazó a su amiga con toda la calidez que fue capaz, decidida a transmitirle que no iba a dejarla sola jamás.

─Pero yo lo puedo hacer, ¿no es así, Yuuka-chan? ─Hanae salió de la esquina en la que se había refugiado, con su inocente sonrisa bailándole en los labios. Su piel nívea parecía brillar más que nunca junto a los reflejos azulados de su cabello. Yuuka la miró sin saber qué decir, ignorando la sonrisa que se había vuelto a dibujar en el rostro de Yui.

No, no podía hacerlo.

«Una vampiresa con sangre en las venas.»

No podía beber la sangre de Hanae porque era la misma que la de Yui. Era la sangre sin vida de un vampiro. Helada, como los ojos de la chica.