Capítulo 17

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Después de la heladería, Logan me llevó a mi casa, y se ganó otro beso en la mejilla de mi parte.

Al llegar al pasillo antes de llegar a mi habitación, oí a Becky hablar con alguien por teléfono. Escuché a través de la puerta:

- Sí -Becky rió con ganas-... No, no tengo planes... ¡Claro!... ¿Ahora? No lo sé... -se volvió a reír- Ok, te espero.

Y oí que cortó la llamada. Esperé unos minutos y abrí su puerta.

- Hola, ¿todo bien?

Becky dio un saltito del susto, acompañado de un grito, pero al verme sonrió un poco.

- Hey. Si, ¿y tú? -preguntó curiosa.

- Bien... Oye, estaba pensando en invitar a las chicas a cenar pizza y ver películas, ¿qué te parece? -le comenté esperando que me confesara sus planes. Y funcionó.

- Ahh... Ehh... Yo -miró al suelo-. Bueno, es que yo tenía planes para más tarde. Perdona.

- ¿Qué planes? -le pregunté, sentándome al pie de su cama. Ella me miró ansiosa.

- Bueno... Steven me invitó a salir -mi cara se tornó desagradable, a lo que ella contestó-. No es como tu piensas... Él es...

- ¿Diferente? Sí, claro, ya había escuchado hablar de eso -me levanté de la cama y me fui a la puerta-. Después no digas que no te lo advertí -le dije mirándola directamente.

- ¿Qué? ¿Quién? -le pregunté a April por celular.

- Anthony Black... Pero no sé si ir.

- ¡Claro que vas a ir! No vas a perderte esta oportunidad, ¿o sí?

- No lo sé...

No entiendo qué le costaba salir con Anthony. Era un chico muy agradable y simpático. Además, yo sabía que le gustaba April.

- Lo pensaré... -dijo April un poco más convencida. Eso significaba "si".

Me senté en mi cama y busqué los auriculares de mi celular para escuchar música en la mesita de luz. Pero me encontré con otra cosa. Vi la foto de mi mamá y yo.

La saqué y la sostuve en mis manos. Amaba verla sonreír. Pensé en llevarle mañana otro ramo de rosas blancas, cuando de pronto, recordé el Renault Megane rojo: recordé cuando salí del cementerio, y vi ese coche y el de Thomas. O sea, que Camille si me había seguido. Pero me las iba a pagar, maldita zorra.

Por último llamé a Kate, y ella aceptó de inmediato mi invitación a mi casa. Cuando corté la llamada, Becky se asomó a mi habitación: vestía con una camiseta gris, una campera rosa claro y unos shorts plateados con sandalias. Se había recogido el pelo en un rodete desprolijo y tenía unos pendientes llamativos. Se había puesto un poco de maquillaje. No estaba mal.

- ¿Quinn? Venía a avisarte que ya me voy. No me tardo, ¿si? -se la veía nerviosa.

- Muy bien. ¡Cuidate! -le aconseje antes de que cerrara la puerta.

Minutos después apareció Kate con una cara que expresaba nada menos que sorpresa e incredulidad.

- ¿Acabo de ver a Becky Lawrence subirse al coche de Steven Hunter? -me preguntó Kate, sentándose a mi lado.

- Así es. Pero ya le advertí.

Ella asintió con la cabeza, y vio la foto que tenía en manos. La tomó con cuidado y sonrió.

- Qué hermosa.

- Sí -le respondí con una leve sonrisa.

- Daría lo que fuera por tener también conmigo a mi mamá -me dijo en un susurro.

Kate vivía con su papá y sus tres hermanos mayores: David, Robert y Martin. Los tres se parecían a Kate, aunque Martin tiene los ojos grises. Trabajan como abogados como su papá, y ése es el futuro que también querían para Kate. Ella recibe muy poca atención en casa, y por eso hace lo que quiere, aunque ya me confirmó que le gustaría pasar más tiempo con su papá, ya que sus hermanos parecían odiarla. Su mamá los dejó cuando apenas nació Kate; no era hija del mismo padre que sus hermanos. Supongo que por eso la odian.

- No te desanimes, Kate. Te tengo una gran noticia -le dije para levantarle los ánimos.

Kate me miró, esperando paciente.

- No me falta mucho para convencer a Logan.

Kate sonreía, felicitándome por mi logro. Nos entendíamos muy bien con ella: puede que sea una chica fácil, pero a veces pensábamos igual.

Cenamos pizza viendo la película Grease, y luego mi chofer llevo a Kate a su casa.

Media hora después de que se fuera, llegó Becky en el coche de Steven. Me asomé a la ventana a verlos. No entendía cómo un chico como él se pudo fijar en Becky: digo, no es tan fea. Pero fue inesperado.

Becky saludó con un beso en la mejilla a Steven: los dos se veían muy felices. Parecía que la habían pasado realmente bien. Por un momento, me dio envidia.

Cuando Becky se encaminó a la casa, yo salí corriendo a mi habitación. Cerré la puerta a mi paso y apagué la luz. Me tiré sobre la cama, hechandome las sábanas encima. Realmente no quería escuchar las tonterías de Becky.

Escuché que abrió mi puerta unos minutos después, se asomó y se quedó unos segundos parada. Luego cerró la puerta y se fué.

N/A

*El de la foto es: Anthony Black*

Maldita PerraTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon