Capítulo 15

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Llegué a mi casa, me di un baño relajante y me puse mi pijama. Esperaría a Becky, pero mientras quería hacer tiempo.

Me recosté contra los almohadones, mirando al techo con las manos entrelazadas encima de mi estómago. No fue una noche brillante, que digamos. Por poco perdía mi virginidad con un chico al que yo no quería... Pero llegó Thomas y me sacó de ese apuro. ¿Y si había visto la escena? Aunque fuera así, a él no le importaba en lo más mínimo. Cerré los ojos, y recordé los de Thomas. ¿Qué me había pasado esta noche? Que digamos, nunca conocí el amor... Pero yo no estaba enamorada de Thomas, eso era obvio. Por supuesto que no. Él es un chico raro, que me odia y guarda muchos secretos... Pero aún así, bailó conmigo sin estar asqueado como siempre. La verdad, no lo entendía: un día me trata mal y al otro bien... A lo mejor es bipolar. Le mande un mensaje a mi chofer para que estuviera atento a Becky.

Sin embargo, me quedé dormida aún pensando en esos ojos azules que me miraban de una forma extraña.

Al despertarme, fui al cuarto se invitados cerca de mi habitación, donde dormía Becky. La vi tirada en la cama, durmiendo profundamente. La dejé dormir, y bajé a desayunar. Anna estaba preparando una ensalada de frutas como desayuno. En cuanto me senté en la barra de desayuno, ella dejó un vaso con un poco de la ensalada. Mientras comía vi la hora; 11:34.

Anna me pasó un catálogo de compras de ropa, y yo fui encargando las que más me gustaban (ni siquiera me fijaba en el precio). A eso de las doce, Becky bajó.

- Buenos días -me saludó, sentándose a mi lado. En segundos tuvo frente a ella un vaso con ensalada- Se ve delicioso, gracias -le dijo con un brillo en los ojos a Anna. Ésta la miró sorprendida. En esta casa no existían las palabras "gracias", "por favor", "perdón", "permiso". Al menos, yo no las decía, y mucho menos a Anna.

A Anna se le formó una pequeña sonrisa y siguió limpiando.

- Volviste muy temprano anoche -comentó Becky mientras desayunaba.

No aparté la vista del catálogo.

- Sí... Me entró sueño.

Decidió no darle importancia, y cambió de tema:

- ¿Sabes? Thomas y tú se ven muy bien juntos.

La miré incrédula unos segundos, y volví al catálogo sin decir nada. Estaba viendo un vestido de noche muy llamativo.

- Bueno... April la pasó muy bien, y también Kate. Vimos a Camille con una nueva conquista -dijo esto último tratando de llamar mi atención. La miré con un gesto: no se iba a callar.

- ¿Quién? -le pregunté, dejando de lado la revista.

- Logan Kelley.

La miré boquiabierta. Logan era uno de los chicos más lindos del insti, y jamás me esperé que le gustara Camille.

De pronto, se me ocurrió una gran idea.

- ¿Por qué pones esa cara? -me preguntó Becky interesada.

- Sería una lástima que alguien los separara, ¿no?

Al día siguiente, en el insti, me encontraba con las chicas en los casilleros. Por la esquina del pasillo apareció Camille con el brazo de Logan sobre sus hombros. Miraba autosificientemente a todo el mundo. Cuando pasaron por nuestro lado, miré coquetamente a Logan, que se quedó sorprendido.

- Veo que tienes intenciones, y no son buenas -me dijo April.

No le hice caso, y los seguí. Camille entró al baño de las chicas, dejando a Logan sólo. Mala idea.

Caminé por el pasillo, y al pasar frente a él, sentí que me miraba. Unos pasos más adelante me detuve, y comenzó mi actuación. Me llevé una mano a la frente, y con la otra me sostuve contra la pared. Caí de rodillas, y me lleve las dos manos a la cabeza.

- ¿Te encuentras bien? -me preguntó Logan desde atrás. Qué fácil picó.

- No -le dije, aún fingiendo-. Me siento muy débil... No tengo fuerzas.

Logan se acercó a mi, agachándose a mi lado.

- ¿Te puedo ayudar en algo? -me preguntó preocupado.

- Si... Necesito tomar aire fresco.

De improvisto, Logan me levantó en sus fuertes brazos y me llevo fuera del instituto. Por encima de su hombro, pude ver a April, Becky y Kate mirarme con la boca abierta.

Llegamos al patio, y me ayudó a sentarme en uno de los bancos. Agité mi mano dándome aire, y Logan no me sacaba la vista de encima. Como conozco perfectamente a los hombres, había llevado una camisa blanca casi traslúcida, y ahora me servía para desabrocharme los dos primeros botones. Por el rabillo del ojo, me di cuenta de que Logan no se perdía ningún movimiento.

- No sé qué me pasó... Por un momento me faltó el aire -le miré a los ojos, abriéndolos inocentemente-. Gracias. Me salvaste.

Me acerqué lentamente, sin quitar mis ojos de sobre los suyos, y besé cálidamente su mejilla.

Sonó el timbre, y yo me fui sonriendole a mi paso. Logan sólo se quedó sentado, incapaz de moverse aún por la confusión.

- Eres una zorra -me dijo Kate, divertida.

Yo le sonreí en complicidad, y seguí con los apuntes de la clase de Italiano.

A la salida del instituto, antes de subirme al coche después de Becky, vi a Logan con su grupo de amigos y Camille. Nuestras miradas se encontraron, y le mostré una sonrisa pícara.

N/A

*El de la foto es: Logan Kelley*

Maldita PerraWhere stories live. Discover now