Capítulo 2

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Llegamos a nuestra clase (Biología) y nos sentamos en nuestros lugares. Digamos que hice algún que otro arreglo para que las tres pudiéramos ir juntas a todas las clases.

Mientras hablábamos, vimos entrar a Camille Anderson y su séquito al salón. Dejamos de hablar, y yo mire a Camille con una sonrisa.

- Hola, Quinn... Qué mal aspecto tienes, ¿no te miraste al espejo esta mañana? -preguntó, intentando, como siempre, hacerme quedar mal.

- Querida... La única que no se ha visto al espejo hoy día fuiste tú... Es decir, ¿desde cuando están a la moda las ojeras?

Kate y April rieron por lo bajo. Camille me miró con cara asesina, como si hubiera dicho algo que la inquietara.

No pudo responder, ya que el profesor Phillips entró. No me había dado cuenta de que ya habían entrado todos los alumnos.

- Buenos días -saludó con su tono gruñón. Algúna que otra persona le respondió sin ganas-. Bien, antes de que me olvide... -dijo, y nos miró a todos detenidamente, como si buscara a alguien en específico- Ahhh... Señor Reed, haga el favor de levantarse.

Un chico sentado en la primer fila se paró y dio la vuelta para que todos lo viéramos: era realmente lindo, su pelo era castaño y despeinado, y sus ojos azules. Tenía una leve cicatriz en su ceja izquierda.

- Él es Thomas Reed, un nuevo alumno. Acaba de ingresar hoy mismo, así que, hagan el favor de integrarlo.

Eso sonó un poco a primaria, lo cual me dio un poco de risa que pude contener, pero no podía decir lo mismo de los demás. Hasta el mismo Thomas sonrió con ganas. Al parecer, era un chico que sabía reírse de sí mismo.

Continuamos con la clase, hasta que después de lo que pareció una eternidad, sonó el timbre.

Salimos a los pasillos, y moví un poco el pelo coquetamente al pasar al lado de los jugadores de basketball de nuestro recinto. Kate se quedó hablando y riendo con ellos.

- ¿Escuchaste sobre el próximo baile de la primavera? -Me preguntó April mientras dejabamos los libros en los casilleros.

- Claro, obviamente no puedo faltar -Le guiñé un ojo y ella sonrió.

- Y no podrás ir sin tu galán -dijo una voz detrás de mí.

Al girarme vi a Peter Wells, el chico más popular del insti, el más lindo, el capitán del equipo de basketball y... Mi novio.

- Por supuesto -dije. Estaba a punto de besarme, cuando algo pesado cayó a mis pies.

Miré al suelo y habían desparramados varios libros (uno de ellos me había caído en mi pie), y una chica no muy lejos. Se había caído, o mas bien había tropezado con el pie de uno de los jugadores de basket, ya que estos reían sin parar. En realidad, todo el mundo reía.

La chica se levantó con lágrimas en los ojos. Su pelo estaba completamente enmarañado, de un castaño oscuro. Parecía que se había peleado con su peine. Usaba gafas y aparatos... La típica chica-nerd. Recogió los libros, hipando por el llanto, y se fue caminando. No habían terminado las risas. Cuando pasó junto a mi, pude escuchar a duras penas que decía "Perdón". Yo solo la miré un tanto molesta.

- ¿La vieron? Qué torpe -dijo Kate acercándose a nosotros, con el brazo de Michael sobre sus hombros.

Al lado de ellos, dos de los chicos del equipo, Tyler y Gabriel, chocaron sus manos. Tuve una leve duda de que la chica fuera tan torpe.

Cuando volví mi vista por donde había desaparecido la vi siendo consolada por el nuevo, Thomas.

- ¿Y a ése qué le pasa? -preguntó Tyler.

- Es nuevo -le respondió Kate.

Los chicos se miraron en complicidad, y yo conocía muy bien esa mirada. Le iban a dar la bienvenida al insti, pero, claramente, a su manera.

Ya en el comedor, nos sentamos en la mesa del medio del salón, nuestra mesa. Los chicos trajeron nuestro almuerzo (un poco de arroz, jugo de naranja y una manzana).

- No entiendo como se llenan con eso -dijo Gabriel mientras le pagabamos por el almuerzo.

- Bueno, no queremos quedar como ésa -dijo Kate, señalando a la mesa de la esquina del comedor. Había un pequeño grupo de personas, y la más visible y a la cual señalaba Kate era una chica obesa de pelo muy rizado, con mucho acné. Estaba almorzando una hamburguesa.

- Qué asco -dijo Kate. A la chica se le había caído un poco de mayonesa en la camiseta.

- ¡Eh, miren esto! -gritó uno de los jugadores, y, tomando un pastelillo de Michael, se acercó a ella y se lo plantó en la cara.

Casi todo el comedor quedo en silencio. La chica pareció no comprender al principio, luego paso su lengua por el lado en que tenía pastel y todos estallaron en carcajadas. Kate se levantó, obstruyendome la vista y grabando con su celular a la chica y la escena.

Pero de pronto sentí como algo helado me mojó parte de mi ropa y mi cara.

Todo se volvió silencioso de nuevo, y las miradas se dirigieron a la nueva escena. La misma chica a la que se le habían caído los libros, se le había caído ahora su almuerzo. Y a mi me cayó de su Coca-Cola. Sentí como se me pegaba a la piel las ropas.

Los ojos de la chica estaban abiertos como platos, con la boca un poco abierta.

- Perdóname, yo no... -su voz se quebró.

Miré mis ropas, volví a mirarla a ella y le sonreí con mi típica sonrisa falsa (consiste en arrugar la nariz un poco y entornar los ojos).

- Voy a hacer de tu vida un infierno -le dije claramente y salí del comedor, seguida de Kate y April. Todos, incluso Camille, saben que a mis amenazas las cumplo.

N/A

, lo se, una auténtica perra. Pero eso es sólo el principio.

*La de la foto es: April Nelson*

Maldita PerraWhere stories live. Discover now