CAPÍTULO CINCUENTA Y SIETE. "¡Te lo dije!"

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CAPÍTULO CINCUENTA Y SIETE.¡Te lo dije!

Antes de que mis labios pudiesen formular una explicación mi voz fue engullida por la de mi padre que como yo había previsto comenzó a gritarme. Esperé con la cabeza gacha, era cierto, me había pasado toda la noche fuera encima teniendo clase al día siguiente y sin haber avisado. Era más que consciente de que eso estaba mal, aunque no hubiese sido premeditado.

Una vez desfogado se dejó caer en el sofá respirando costosamente pero notablemente más tranquilo, fue entonces mi turno para hablar.

En los dieciséis años que llevaba de vida jamás había mentido a mis padres por lo que no vi motivo para hacerlo esta vez y les expliqué lo que había pasado aquella noche sintiendo como de un momento a otro mis mejillas estallarían en un mar de calor.

Ambos me miraron atentamente sentados enfrente de mí. Suspiré cuando terminé de relatar la historia mordiendo la punta de mi lengua y buscando refugio en la alfombra negra que cubría el suelo.

—¡Te lo dije!¡Me debes un masaje en los pies cariño! — Proclamó mi padre.

Alcé mis ojos emergiendo del suelo con las cejas arqueadas.

George suspiró asintiendo despacio hacia un extrañamente alegre Jackson.

—¿Perdón? — Pronuncié confusa elevando aún más mis pequeñas cejas.

Jackson me miró sonriendo antes de alisar la seda de su bata y soltar un suspiro...¿feliz?

—Aposté con tu padre — Le señaló con el dedo con una expresión de fingida pena — Que entre el chico y tú pasaba algo raro, no sé si me entiendes y...¡tenía razón! ¡En tu cara amor!

Parpadeé absolutamente muda.

—¿Quién la conoce mejor?¿Eh?¡Yo! ¡Y eso qué no tiene mis genes! ¡Toma padre biológico! — Canturreó Jackson feliz pavoneándose delante de George que le miraba fastidiado.

Espera, espera...¿ellos habían apostado que Jake y yo...?

—¡Estáis locos! —Me levanté de golpe pero sin poder evitar la corta risa que salió de mis labios.

Los ojos castaños del hombre se posaron en mí antes de encogerse inocentemente de hombros.

—Y lo poco que te aburres con nosotros.

Puse los ojos en blanco pero corrí a refugiarme en los brazos que me ofrecían. Jackson me rodeó con sus grandes brazos al tiempo que George pasó una mano por mi hombro.

—No podéis apostar con mi vida amorosa ¿sabéis? — Enarqué las cejas apoyando mi barbilla en el pecho de mi padre y mirándole a los ojos.

Pareció pensárselo un poco antes de responder:

—No prometemos nada.

Negando con la cabeza volví a enterrar mi rostro en la perfumada bata de mi padre. Abrí mis brazos pasándoles por la nuca de los hombres que más quería en este mundo y apreté con fuerza.

—Os quiero papis.

—Y nosotros a ti Ann — George acarició mi cabello rubio cariñosamente.

(...)

POV Jake.

Cuando introduje la llave en la cerradura de la puerta después de haber sido asaltado por mis perros eran alrededor de las siete. Tomando una fuerte respiración empujé la madera con mi hombro, entornando la puerta lo suficiente para colar mi cuerpo en el interior.

Con sumo cuidado y procurando ser silencioso dejé caer mi chaqueta en el banco y me deshice de mis zapatillas que empujé bajó él.

Deslizándome sobre mis calcetines caminé hacia la cocina, era demasiado tarde o demasiado pronto según se mirara para intentar dormir ya que mi despertador reviviría en quince minutos. Por lo que agotado me senté torpemente en uno de los taburetes extendidos alrededor de la barra americana de mi cocina e introduje una cápsula bien cargada de cafeína en el robot de cocina. En apenas un par de segundos un líquido oscuros y humeante comenzó a descender acumulándose en mi taza.

Mis dos padres, dos madres y mi estúpido vecino de al lado.#Wattys2015Where stories live. Discover now