3. Saga Cree en mí - Heavy Crown

Veintidos."Estaba perdida"

Me cogieron de mis brazos y me sentaron en la silla. Las bridas me escocían en las heridas que habían hecho en mis muñecas.

Un hombre mayor se encontraba frente a mí. Su pelo era canoso, al igual que su bigote. - Tráiganle un poco de agua a esta niña. - Vi a uno de los hombres salir. - Hola, Alice Bieber. Es increíble cómo has crecido. - ese hombre cogió una silla y se sentó frente a mí. - Te vi cuando solo eras un bebé.

Me quedé mirándolo. ¿Quién era? - Te estarás preguntando quien soy. - El hombre entró con una botella de agua y el hombre mayor se levantó y se acercó a mí. Abrió la botella y la puso en mis secos y dolorosos labios. Cuando sentí el agua en mi boca, tragué deseosa de poder saciar mi sed. Pero con lo poco que me dio, ni siquiera tenía para empezar. Cerró la botella y yo me di cuenta que había llenado mi chaleco y mi barbilla. - Soy Steve. - si no me doliera tanto la boca la hubiera abierto hasta el suelo. Él se sentó en la silla.

- ¿El abuelo de Austin? - susurré.

- El mismo. - Lo miré sin poder creérmelo. - Aunque no soy su abuelo. - Fruncí el ceño. - Parker sería su verdadero abuelo.

Parker. Parker. Papá había trabajado para él. Ese hombre era el abuelo de Austin, pero entonces, ¿quién era él?

- Parker era mi hermano. Estábamos juntos en esto. Pero lo dejé hacer las cosas solo en Ontario porque tenía que haces cosas en Quebec. Pero las cosas no salieron bien. - se apoyó en el respaldar de su silla y cruzó las piernas. - Tu padre se enamoró y eso fue lo peor que pudo hacer. Destrozó nuestro negocio. ¿Sabes cuánto dinero y poder perdimos? - descruzó sus piernas y se acercó más a mí, dejando los codos apoyados en sus rodillas.

- ¿Hacéis esto porque os destrozó el negocio? Hace mucho de eso, no tiene sentido.

- No lo entiendes, eres como tu madre. Eliminaremos a todo el mundo que se interponga en nuestro camino. Y lo hacemos, tienes el ejemplo de tu madre, por ejemplo.

Junté mis labios en una línea - ¿Tú la mataste? - dije con odio.

- No, mi hermano hizo un buen trabajo. - moví mis muñecas pero las dejé quieta al hacerme daño.

La puerta se abrió y Anna entró. Su pelo iba recogido en una cola alta y sus vestidos de alta costura habían sido sustituidos por pantalones y camiseta negra. Ella cerró la puerta y se cruzó de brazos detrás de Steve. Mirándome con odio.

No podía creerlo. Mi pecho dolió al pensar que Austin estaba metido todo esto.

Recordé las palabras de papá. "Nunca sabes quién puede ser tu enemigo" . Y tenía razón. - Entonces tú no eres su hija - miré a Anna. Esta se acercó a mí.

- No, es mi tío. Tu padre mató a mi padre.

- Intenta no ensuciarte las manos mucho, Susan. - dijo Steve levantándose.

- ¿Susan? ¿Te llamas Susan? - Recordaba leer algo de ella en el diario de mamá.

- Sí, mi nombre es Susan. Suéltala. - el hombre se puso detrás de mí y sentí mis muñecas libres. Mis brazos cayeron a mis costados. Miré la sangre seca en mi pierna y levanté la mirada para ver a Susan.

- ¿Sabes? - se sentó en la silla - Yo estaba enamorada de tu padre - sonrió recordándolo. - Lo recuerdo de joven, entrando a mi casa, tan guapo. Yo apenas era una niña en ese entonces. Pero él puso los ojos en tu madre. - hizo una mueca - Sinceramente, no sé que le veía. Yo le hubiera podido dar mucho más que ella.

Ella me miró, esperando que la atacara, no lo hice - Pero todo el mundo comete errores, ¿verdad? Tu misma has cometido uno confiando en personas que no debías.