Diecisiete. "Teneis que iros"

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Me moví con mis muletas por el pasillo del hospital acompañada por papá y Alexa. Él médico me había dicho que dentro de unos días me quitaban la venda y mi tobillo estaría mejor. Llevaba cinco minutos con las muletas y ya estaba harta.

Papá abrió la puerta de la habitación de Austin y entré. Allí sentada vi a Becca. Ni rastro de Anna. Austin me miró desde la cama. Me acababan de dar el alta y por fin podía ir a verlo.

Mis ojos se aguaron al verlo, aunque él me sonrió a pesar de estar magullado y tener una venda en la cabeza. Solté las muletas y cojeé hacia sus brazos abiertos y lo abracé mientras lloraba en silencio. - Todo está bien - me tranquilizó mientras sus brazos me rodeaban. - Estamos bien.

Me separé de él y me limpié las lágrimas. Cuando miré hacia atrás, Alexa, papá y Becca no estaban. Me senté en la silla.

- Estaba asustada cuando me dijeron que habías recibido más golpes que yo. No deberías...

- Nena ni se te ocurra decir eso - cogí su mano y me sentí bien cuando él cerró su mano alrededor de la mía. - Estuvo la policía aquí haciéndome preguntas.

- Y a mi - susurré - ¿Que pasó, Austin? No lo entiendo, ¿Quien podría hacer eso?

- No lo sé, lo que sé es que voy a tardar en coger el coche un tiempo.

- Bueno, tu coche quedó destrozado.

- Tengo otro. - Alcé una ceja - Recuerda quien es mi abuelo.

- Oh cierto.

- Mi madre aún no ha venido a verme - suspiró. - No es que me importe, pero no lo sé, no deja de ser mi madre. Solo ha estado Becca aquí.

Apreté su mano y Austin me sonrió. Pasó su mano libre por su pelo rubio y sus ojos azules se fijaron en un punto fijo en la pared. - Pude convencer a mi padre para que nos quedáramos aquí hasta que te recuperaras.

- ¿Vuelves ya a Nueva York? - mordí todo mi labio inferior y asentí.

- Eso está bien, muy bien. Deberías de irte cuanto antes.

Sí, lo sabía, pero no quería irme. No quería dejarlo. Sabía que este día llegaría pero no me imaginé que llegaría tan pronto. Mordí mi mejilla por dentro y le solté la mano.

- Tengo que irme. - me levanté y cojeé hasta las muletas.

- Alice, que te vayas no me impedirá verte.

Cogí las muletas y me giré para mirarlo. - Iré a verte, me tendrás allí.

Yo sabía que eso era mentira. - Está bien. ¿Cuándo te dan el alta?

- Mañana - Austin sonrió abiertamente - Dame un beso antes de irte.

Sonreí de lado y me acerqué a él. Besé sus labios y él puso su mano en mi nuca para no dejar que me separara.
Cuando lo hicimos nos quedamos mirándonos, podía sentir nuestros alientos chocando. - No te crees que iré a verte, pero lo haré - puso su mano en mi mejilla. - Lo del coche.... - negó con la cabeza - No quiero que estés en peligro y aquí lo estás, no sé por qué. No sé quién, pero será mejor que te vayas cuanto antes.

- Sí, lo sé.

- ¿Sabes qué?

- Dime.

- Me gustas, me gustas mucho. Y nunca dejaría que nada te pasara. - sonreí de lado.

- Nos vemos mañana.

Me acosté en la cama con la ayuda de Alexa, que quitó los cojines y los dejó a un lado. - Estoy agotada - susurré.

3. Saga Cree en mí - Heavy CrownOnde as histórias ganham vida. Descobre agora