3. Saga Cree en mí - Heavy Crown

Tres. "Lo siento"

Escuchen la cancion de multimedia mientras leen. Es una instrumental. Tienen que meterse dentro de la historia para poder sentir.

Justin

Escuché varias pisadas acercarse y dejé de mirar la punta de mis zapatos para encontrarme con los ojos claros y llorosos de Alice.

- Me iré al coche - me informó. Saqué las llaves del bolsillo delantero de mis pantalones y se las di. La vi alejarse y miré a lo lejos la tumba de Aria.

Giré mi rostro para controlar a Alice, pero ella ya no estaba. Caminé moviendo la rosa roja en mi mano. Cuando llegué la dejé al lado de la rosa de Alice. Metí las manos en los bolsillos de mis pantalones y miré su nombre escrito en la lápida. Aria Bieber.

Recordaba perfectamente el día en el que le pedí que se casara conmigo y ella dijo que sí.

Me estremecí.

Se suponía que debía hablar con ella, como Alice lo había hecho, pero no era capaz de decir una palabra. Sabía que me rompería.

Cerré mis ojos, sacando las manos de los bolsillos y apretando los puños a mi costado. Abrí los ojos y me arrodillé en el suelo. Dejé escapar un sollozo - Oh nena - puse mi mano en su lápida. - No puedo hacerlo. No puedo hacer esto. No puedo ver tu nombre escrito en una lápida, ese no debería de haber sido tu final, si no el mío. Yo debería de haber estado enterrado, no tú. Jamás voy a perdonarme esto, te perdí, mi vida. Te llevaste una parte de mí contigo. Me dejaste lo necesario para entregárselo a Alice.

Negué con la cabeza y respiré entre sollozos.- Te necesito aquí, de verdad lo hago. Quiero que te enfades conmigo y me digas que me odias por todo esto, por todo lo que te he hecho. Antes de irte me dijiste que me amabas - un dolor se hizo presente en mi pecho - Tu me amabas, estabas muriendo por mi culpa y a pesar de todo, me amabas.

Tapé mi boca con una mano - No te merecía, se que te lo he dicho un montón de veces, que te amo, te amo con todo lo que queda de mi corazón, Aria. No puedo cuidar a Alice solo. Necesito que estés conmigo, necesito que vuelvas. Vuelve conmigo, por favor, nena. Lo siento, lo siento. Vuelve - alguien me abrazó por detrás llorando.

Giré mi cabeza para ver a Alice. Abrí mis brazos y la abracé. Mordí mi labio inferior intentando controlar mis lágrimas. Alice sollozó y la senté en mi regazo.

- Shhhh... - la mecí sintiendo su dolor, al igual que ella sentía el mío. Sorbí mi nariz y me limpié mis mejillas con la palma de mi mano.

Nos quedamos allí un rato. Aún sostenía a Alice y le acariciaba el pelo. La abracé fuerte. Ella no se merecía este dolor. Debería de haber sido una niña feliz, no lo fue por mi culpa. Pero ella era la que me mantenía vivo y no enterrado al lado de Aria.

- Mamá está aquí - susurró Alice en mi cuello. - Puedo sentirla.

Un escalofrío recorrió toda mi columna. Cerré mis ojos.

Me levanté con ella en brazos y ella rodeó mi cuello con sus brazos.

La metí en el asiento del copiloto y cerré la puerta. Limpié mis ojos una última vez antes de entrar en el coche. Respiré hondo y con manos temblorosas conduje a casa.

Alice iba apoyada en la ventana mirando al frente. Cogí su mano y la apreté.

No había día en el que no me torturara por lo que había pasado.

Llegamos a casa y ella bajó del coche. -Voy a casa de la tía Jennifer.

- Vale - cogí del coche el plato con el pastel que Maria le había dado. Fui a casa y dejé el pastel en el frigorífico.