सोलह

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                   0016.

-¿Por qué no me dices dónde estás? -Grité-. Voy a rastrearte, Alicia.

-Es un teléfono desechable, no podrás. No lo intentes -tragó saliva, nerviosa. Su respiración era lenta y podía escuchar la ventisca de donde ella estaba.

-¿Por qué me dejaste? ¿Por qué te fuiste? ¿Qué hay de tu familia?

-Ellos estarán bien, Jason.

-¿Y yo?

-Tú estarás mejor que bien -carraspeó-. Definitivamente yo no era la chica indicada para ti, y tú tampoco eras el indicado para mí. Fue pasajero, lo disfruté, y lo siento.

Me colgó sin darme otra explicación.

Todas y cada una de sus palabras me rompieron poco a poco. Sentía que mi cabeza iba a explotar.

Aventé el teléfono a la pared, haciendo que éste se destrozara. La pantalla se había agrietado y, aunque intentara, ya no podía encenderlo.

Me llevé las manos a la cara y grité, frustrado.

Ya no tenía el número de Alicia.

Ya no tenía a Alicia conmigo.

Pero algo me tranquilizó.

Realmente... jamás la tuve.

Lo que Alicia nunca supo | LIBRO IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora