सात

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0007.

—¿Por qué está diciéndome esto?

—No me gusta ver que juega con sus novios.

No podía reclamarle que era mi novia. Ni siquiera yo sabía qué tipo de relación teníamos Alicia y yo.

—Es una táctica para que me aleje de su hija... ¿cierto?—me mofé. Estaba sintiéndome utilizado para un tipo de broma, pero él se mantuvo serio.

—No, Jason. No es ninguna táctica. Es una advertencia.

Las escaleras me llamaban para que subiera a donde Alicia. Las ganas de verla se habían esfumado después de lo que me dijo su padre.

El hombre se mantuvo impasible y quieto en su lugar. Ni siquiera parecía moverse para respirar o hacer algo humano. Lo único que hacía era escudriñarme sin disimular.

El corazón se me estaba rompiendo en mil pedazos y estaba cayendo hasta mi estómago, haciendo que la comida que había ingerido unas horas atrás se revolviera.

—De acuerdo. Tomaré en cuenta su... advertencia —carraspeé. Me puse de pie y él hizo lo mismo caso de inmediato—. ¿Podría darle esto? —Le entregué la bolsa que contenía las chucherías con grasa y él hizo un gesto de amabilidad con los labios. De pronto ya no me sentía tan intimidado—. Dígale que no me pude quedar... Que surgió una emergencia.

—He hecho esto antes, Jason. Se lo diré.

¿Y qué iba a contestarle yo? ¿Cómo que ya lo había hecho antes?

Contuve mis ganas de seguir hablándole y me dirigí a la puerta para salir sin despedirme.

Empecé a caminar por la calle sin mirar hacia atrás. Si lo hacía, probablemente querría regresar y nada bueno resultaría.

Alicia nunca se enteró.

Lo que Alicia nunca supo | LIBRO IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora