La Universidad KOVO era conocida por su equipo de voleibol, y en el centro de todo estaba Jeon Jungkook: capitán, popular, imposible de alcanzar. O al menos así era hasta que llegó el nuevo.
Kim Taehyung, sin experiencia en relaciones y con una calm...
Tae lanzó un gruñido a los dos, riendo sin poder evitarlo.
Pero en el fondo, mientras el olor a café llenaba el aire, supo que tal vez ellos tenían razón.
Pero y si solo eran estupidas ilusiones... ¿Y si resultaba como siempre? Cuando se ilusionaba demasiado rapido y lo rechazaban por "facil"...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
El enorme gimnasio de la Secundaria Donghae olía a sudor, desinfectante y pelotas de voleibol nuevas. Los gritos de los chicos resonaban mientras Jungkook corregía posturas, lanzaba indicaciones y silbaba cada pocos segundos.
—¡Brazos firmes, Daniel! No me lances eso como si fuera una papa caliente —dijo con un tono firme pero paciente.
Era sábado, pero el grupo avanzado nunca descansaba.
A su derecha, Hoseok y Yoongi trabajaban con los principiantes: un caos adorable de pelotas volando en todas direcciones.
Cuando el reloj marcó las dos con treinta minutos, Jungkook por fin dio un silbatazo final.
—¡Buen trabajo, chicos! Estiramientos y se van a casa, nada de saltarse eso, ¿eh?
Los chicos corrieron hacia las botellas de agua, y Yoongi se acercó con una sonrisa cansada.
—Se nota que estas muerto de cansancio, yo tambien; ya no estoy acostumbrado —comentó, dejando caer su silbato sobre el cuello.
—No es eso —respondió Jungkook, limpiándose el sudor con una toalla.
—¿Ah no? —Yoongi lo observó con esa mirada suya que parecía ver más de lo que uno decía—. Entonces, ¿qué es? Llevas mirando al vacío desde que llegamos.
—No estoy mirando al vacío —replicó Jungkook, un poco a la defensiva.
—Ah, perdón —dijo el peligris, encogiéndose de hombros—. Mirando tus pensamientos entonces.
Hoseok se acercó justo a tiempo, con una botella de agua y su sonrisa eterna.
—Si está mirando sus pensamientos, seguro están bonitos. A ver, confiesa, ¿quién te tiene así?
—Nadie —soltó Jungkook demasiado rápido.
Hoseok y Yoongi se miraron, obviamente ellos ya se daban una idea pero molestar al menor sonaba mas divertido.
—Ah, entonces sí hay alguien —dijo Yoongi, cruzando los brazos—. Vamos, no te voy a juzgar.
Jungkook apretó la toalla entre las manos. Dudó unos segundos, hasta que suspiró.
—Solo... es raro.
—¿Raro tipo "quiero una noche"? ¿O raro tipo "cada vez que sonríe quiero evaporarme"? —preguntó Hoseok con tono inocente.