El vapor todavía llenaba el baño cuando Jungkook salió, con una toalla en el cuello y el cabello húmedo cayéndole sobre la frente. El sonido del agua aún goteando del grifo se mezclaba con la música suave que salía desde su altavoz, una lista aleatoria que
había dejado correr sin prestar atención.
Su habitacion estaba en silencio, solo iluminado por la vela sin olor que tenia en su mesita de noche.
Se pasó una mano por el cuello y soltó un suspiro.
Por fin, fin de semana, solo debia trabajar mañana temprano.
La primera semana había sido más agotadora de lo que pensó —clases, reuniones con el entrenador, nuevo integrante— y aun así, se sentía... bien. Raro, pero bien, se sentia correcto.
Bajo al primer piso y dejó la toalla sobre el sofá y caminó hacia la cocina, abriendo el refrigerador solo para servirse un poco de jugo natural.
Mientras bebía, pensó en el entrenamiento de ese día, en cómo el equipo comenzaba a encajar, en los progresos. Y, sin querer, también pensó en él.
Ese rubio.
El nombre le vino a la mente como una chispa.
Se sorprendió a sí mismo sonriendo. Últimamente pasaba más de lo que quería admitir.
Taehyung tenía esa forma curiosa de estar presente incluso cuando no hablaba. En las reuniones, en los entrenamientos, en los pasillos.
Era algo sutil —una mirada rápida, una risa corta, una frase suelta que se le quedaba rondando en la cabeza todo el día.
Y aunque Jungkook intentaba convencer a su cerebro de que era pura observación de capitán hacia un jugador nuevo, no podía ignorar la sensación de... curiosidad.
Esa especie de ¿por qué me interesa tanto lo que hace?
El teléfono vibró sobre la mesa.
Jungkook frunció el ceño, dejó el vaso y lo tomó con una mano. La pantalla se encendió.
"Taecito"
Ni siquiera recordaba haber cambiado el nombre, pero ahí estaba.
Abrió el mensaje.
-"Sé que es tarde, pero quería agradecerte... por no rendirte conmigo en el entrenamiento. Me costó seguirte el ritmo, pero lo estoy intentando."
Por un segundo, Jungkook solo se quedó mirándolo.
No era mucho. No era cursi. Pero tenía algo que lo dejó quieto.
Había una sinceridad en ese mensaje, una mezcla de timidez y franqueza que no esperaba a esa hora de la noche.
Apenas parpadeó cuando llegó el siguiente:
-"Y perdón si a veces parezco un tremendo novato. Supongo que me pongo nervioso cuando las cosas me importan :)"
El corazón de Jungkook dio un pequeño salto.
Se recargó contra el borde de la mesa, repasando mentalmente lo que acababa de leer.
"Cuando las cosas me importan..."
¿A qué se refería exactamente con eso?
¿Al equipo? ¿Al juego? ¿A él?
Sonrió, apenas, bajando la cabeza.
—Qué manera de dejarme pensando... —murmuró.
Durante un minuto entero no supo qué contestar.
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He Fell First! - KookTae
RandomLa Universidad KOVO era conocida por su equipo de voleibol, y en el centro de todo estaba Jeon Jungkook: capitán, popular, imposible de alcanzar. O al menos así era hasta que llegó el nuevo. Kim Taehyung, sin experiencia en relaciones y con una calm...
