Jungkook lo observó, con esa mezcla de desafío y curiosidad que le encendía algo en el pecho.

—Podría intentarlo.

—¿Y quieren que les cobre juntos o por separado? —preguntó la señora quien no pasaba de los cuarenta con una sonrisa pícara.

Jungkook parpadeó, confundido.

—¿Perdón?

—Ay, es que comparten carrito y pense que eran pareja —dijo la cajera, divertida, mientras pasaba el código del pan de Tae.

El doncel abrió la boca, atónito, y luego soltó una carcajada nerviosa.

—N-no, no, no... solo... ya sabe, fue coincidencia—balbuceó, tratando de sonar tranquilo.

—Claro, claro —respondió la cajera, sonando todo menos convencida.

Jungkook tosió disimuladamente, mirando hacia cualquier lado.

—Por separado, por favor.

Lástima —murmuró la cajera con una sonrisa—, se ven bien juntos.

Tae casi se atraganta con su propia risa, bajando la cabeza para ocultar el rubor que le subía a las orejas.

Taehyung pagó, evitando que se le escapara una sonrisa.

—Nos vemos, Jungkook—repitió, esta vez con un tono más divertido, casi provocador.

—Nos vemos, pareja del supermercado —alcanzó a murmurar el pelinegro en voz baja.

Fue arte la cara que puso el rubio antes de darse la vuelta y salir casi casi corriendo.

Cuando Jungkook salió unos minutos después, con su propia bolsa y el eco de esa sonrisa rondándole en la mente, no pudo evitar reírse solo.

El sábado recién empezaba...

pero algo en él ya se había movido de lugar.

( っ'-')╮ =͟͟͞͞🏐 ₊˚ᡣ𐭩₊⟢ Dan ₊˚ᡣ𐭩₊⟢

El sonido de la puerta se mezcló con el aroma a vainilla y pan recién horneado.

Taehyung entró con dos bolsas en brazos, el cabello algo despeinado por el viento y una expresión que hizo que Seokjin quien estaba en caja levantara la vista de inmediato.

—¡Estoy en problemas! —declaró apenas cruzó el umbral, dejando el pedido sobre el mostrador con un golpe sordo.

Jungwoo, que estaba anotando los pedidos en una libreta, parpadeó.

—¿Otra vez se te olvidó el azúcar glas?

—No... —dijo Tae, con tono grave—. Esto es mucho peor.

Seokjin se alejo de su lugar, apoyándose con calma sobre el mostrador.

—¿Peor que cuando confundiste la levadura con el bicarbonato y el pastel parecía una piedra?

Tae lo miró con desesperación.

—¡Sí! Peor que eso.

—Ajá —murmuró Jungwoo, cruzándose de brazos—. Entonces solo puede ser una cosa.

—¿Qué?

—Te demandaron.

Tae se quedó mudo, y ese solo segundo de silencio bastó para que ambos estallaran en risas.

—¿Porque me demandarian?

—No lo se, te ves capaz.

—No, no es eso —El rubio cerro los ojos, tapandose la cara con las manos mientras hacia un sonidito frustrado.

He Fell First! - KookTaeWhere stories live. Discover now