—¿Yo? No, no. En realidad nunca he tenido pareja.

Jungkook, que estaba escogiendo la proteina en polvo de el estante, giro su cabeza de golpe.

—¿En serio? —preguntó, demasiado, muy sorprendido.

Tae se encogió un poco de hombros, intentando restarle importancia.

—Supongo que no se ha dado.

Jungkook lo observó unos segundos más de lo necesario, con una mezcla de curiosidad y algo que no supo poner en palabras. Después carraspeó, buscando sonar casual.

—Vaya... no lo esperaba. —Forzó una pequeña risa—. Digo, con lo que te mira la gente, pensé que tenías que estar rechazando propuestas cada semana.

Tae se rio nervioso, bajando la mirada hacia el carrito medio lleno de despensa.

—Sí, claro. Suena más glamuroso de lo que es.

Ambos se quedaron callados unos segundos, y Jungkook rompió el silencio con una sonrisa ligera.

—Mira el lado bueno —dijo—. Más tiempo libre para pensar tus banderas rojas como se debe.

—¿Quien dijo que tengo banderas rojas que pensar? Ademas, tú desayunas café sin azúcar, lo que me parece una bandera roja —añadió Tae, cruzándose de brazos con fingida seriedad.

—¿Bandera roja? Y como sabes que desayuno cafe sin azucar, ademas—repitió Jungkook, acercándose un poco más—. Todo mundo tiene al menos una ¿cuál sería la tuya?

Tae lo miró, intentando no perder la compostura. Mordio su labio inferior mientras desviaba su mirada a la nada.

—Me ilusiono demasiado rápido. Siempre. Es como... querer vivir en un sueño y olvidarme de la vida real.

Hubo un silencio suave, nada incómodo, solo lleno de pensamientos.

Jungkook lo observó con una atención como si cada palabra lo estuviera analizando con calma.

—Eso no es una bandera roja —dijo al fin, con una sinceridad tranquila—. Suena más a alguien que siente de verdad.

Tae levantó la vista, sorprendido por esa respuesta.

Jungkook añadió, con un intento fallido de parecer casual:

—Y... es raro encontrar a alguien así.

Tae no respondió. Solo sintió cómo su pulso se aceleraba un poco mientras desviaba la mirada –de nuevo- hacia los pasillos.

—Debería irme ya, me tarde mas de lo debido... —murmuró.

—Sí, claro. —Jungkook asintió, aunque su sonrisa seguía ahí, apenas contenida—. Pero realmente no te atormentes por esas cosas, a lo mejor el destino te tiene guardado algo impresionante.

Tae solo asintió, dando una sonrisa muy linda –la cual a Jungkook fue imposible tomarla a la ligera- , y mientras caminaban hacia la caja, ninguno de los dos pudo evitar pensar lo mismo:

Esa conversación tan simple había terminado siendo todo menos normal.

La mirada de Jungkook se quedó fija en él.

Cuando llegaron a la caja, Tae lo miró de reojo.

—Bueno, si alguna vez te quedas sin comida otra vez, podrías pasar por la pastelería. Te hago descuento, capitán.

—¿Descuento, eh? —Jungkook arqueó una ceja, divertido—. ¿Y si mejor paso por un café y fingimos que no me estás tentando?

—Depende —respondió Tae, dando un paso hacia atrás mientras le sonreía—. ¿Fingirías bien?

He Fell First! - KookTaeWhere stories live. Discover now