31. Secretos I: Noche de luna llena

40 2 1
                                    

 Cassie todo el día había estado evitando a Caroline y a Bonnie.; No era que no quisiese verlas pero sabía que si lo hacía, la curiosidad sobre lo que las oyó hablar le podría y preguntaría y quizás, obtendría una respuesta poco satisfactoria para sí.

Por el contrario. Luego de haber salido de la casa de Hope -junto con sus bolsas de ropa- regresó a la Mansión Salvatore a ordenar su placard. Lógicamente, tenía la misma complexión que su hermana Margareth así que, en algún momento, posiblemente, compartiese sus nuevas prendas con ella. Nada que no hiciesen antes.

— ¿A donde vas tan tarde?

Cuestionó Stefan quién bajaba las escaleras de la mansión y raramente veía que alguno de los familiares de su madre saliese, sobretodo si lo hacía solo. En este caso, sola.

Cassie, quién estaba de espaldas del hombre, abrió grande sus ojos chocolate claros y se mordió el labio nerviosa.; Se giró hací el hombre y le dedidó una sonrisa tímida.

— Bueno, quería salir a dar un paseo.

Simplemente respondió.

Al joven vampiro le pareció extraño, no despendía su mirada de ella mientras bajaba el último escalón y apoya sus pies en "tierra firme" y replicó extrañado, con el ceño medio fruncido.

— Es raro que no vayas con tus...hermanos.

— Es que le prometí a alguien que iría sola y no quiero romper mi promesa.

Dijo ella manteniéndose en su lugar, encogiendo levemente su hombro izquierdo.

Stefan solo sonrió y dirigió su mirada hacía la puerta, alguien venía para entrar.

Caroline ingresó animadamente en la mansión, parecía venir con buenas noticias. A la par, venían de la cocina Damon y Bonnie y obviamente, el primero parecía intentar no hacerle caso a lo que su amiga decía.

Cassie por su parte, le hizo una seña a Stefan, como que se iría y éste asentó haciéndole un ademán. Ella rápidamente se giró hacía la puerta esquivando a la rubia que bajaba el pequeño escalón principal y salía de la mansión.

Se fue corriendo a velocidad normal. No tenía prisa. Llevaba sus manos en los bolsillos de su chaqueta amarronada clara suelta. Unos tennis grises que hacían juego con los leggins claros que tenía puestos así como con su cabello un tono más oscurecido a lo que lo tenía naturalemente.

Al cabo de unos minutos llegó al punto donde su amiga le había pedido que fuese. Se balanceaba de punta a talón, mirando alrededor a ver si venía su amiga. Sacó su mano del bolsillo y miró su reloj en la muñeca. Las 20:40hrs. Volvió a esconderla. Le pareció raro que no llegase. Levantó la mirada hacía el cielo, era despejado, ni una sola nube solo la luna llena yendo lentamente a su punto más alto. De fondo y a lo lejos oyó el aullido de un lobo...

Relabio sus labios preocupada. Nunca se había internado tan profundo en el bosque de noche y al parecer había un lobo en las cercanías. No era que tuviese miedo pero, si estaba preocupada por estar allí y más por Hopie quién no había arrivado aún y ya pensaba lo peor. Cuando estaba por irse por donde había venido. Una figura asomó por entre los arbustos a varios pasos de donde estaba la joven castaña parada. Inconscientemente retrocedió un paso hacía atrás.

Esos ojos dorados eran inconfundibles. Era un lobo el que estaba allí escondido. Lentamente el animal se fue acercando, paso a paso hacía donde estaba la castaña; La misma estaba dispuesta a usar su magia para defenderse, aunque claro, estaba consciente que una mordida de lobo podría servirle como fuente de magia, su naturaleza de Ciphon le permitía ese donde tan particular.

⚜Rastro de Sangre y Magia⚜Where stories live. Discover now