Marcas.

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Al no sentir la presencia de Milk, Goku comenzó a buscarla nervioso. Esperando que no se hubiera ido como solía hacerlo cuando estaba molesta. Salio de la fiesta buscándola por los jardines. Luego la encontró sentada muy alejada en uno de los bancos de mármol mirando la luna. Se acerco a ella suspirando mas tranquilo.

-¿Qué haces aquí tan sola Milk?- pregunto Goku preocupado.

Milk se voltio para ver a su esposo y le sonrió algo apenada.

-Nada, solo quería alejarme un poco del gentío es todo.- explico esta mirando a su esposo.

-Entiendo...yo también me siento igual sabes...es por eso que no me gustan las fiestas.- explico Goku sentándose al lado de ella sonriendo.- Y mas con esta ropa...-

-Ven aca...- ordeno Milk acercándose a este para quitarle la corbata, sabía que le molestaba a Goku ya que este comenzó a pelear con ella nuevamente. – Ya así esta mejor. –

-Gracias Milk.- dijo Goku con una sonrisa.

Milk lo miro y no pudo evitar sonrojarse. Demonios su esposo era demasiado guapo, grande y musculoso y siempre con una sonrisa y inocencia que enamoraba a cualquier mujer. Goku la miro, admirando esa belleza natural de su mujer. Recordando la primera vez que se dio de cuenta, luego de la noche de la luna de miel. Goku sabia que su esposa no necesitaba de trajes escotados y maquillaje para ser hermosa. Y que debajo de esa ropa cubierta y el cabello recogido, se escondía esa mujer bella de la cual se enamoro. Y egoístamente le daba las gracias a Kamisama por que ningún hombre se daba de cuenta de lo que el veia al mirarla, todos los días desde que se caso con ella.

Milk se paro de la banca para sentarse en sima de su esposo. Acariciando a ese hombre de cabello rubio que tanto amaba. Goku la tomo en sus brazos con sumo cuidado.

-Déjame verte Goku.- le pidió Milk suavemente.

-Pero si me estas viendo Milk.- respondió Goku algo extrañado.

-No amor, déjame al hombre de cabello negro del cual me enamore.- explico Milk besando su rostro.

-Pero, ¿Por qué Milk? ¿no te gusta como me veo de super sayayin?- pregunto Goku rascándose la cabeza.

-Me encanta amor, solo que abecés extraño a ese hombre con el cual me case.- le confeso Milk besando un poco sus labios.

Goku relajo su ki para dejar salir a ese Goku de cabello negro. Milk lo miro, acariciando su rostro viendo a ese hombre inocente que se caso con ella. Goku no había envejecido mucho, aun tenia ese rostro de joven como cuando se habían casado. Luego viendo su cabello recordó a Turles sintiendo algo de nostalgia. También recordó a Bardock y sonrió feliz pensando que este estaría disfrutando de la felicidad junto a su esposa. Milk se acerco a su esposo con lentitud para besarlo. Trato de besarlo suavemente pero Goku era desesperado. Al ver su reacción no puso evitar reír en sus labios, separándose un poco de el.

-Olle Milk ¿por que te burlas?- pregunto Goku algo molesto.

-Por nada amor, solo que eres muy desesperado.- anuncio Milk sonriendo afeándose mas a su esposo.

Milk lo volvió a besar para de la misma manera. Moviendo sus labios al compás de los de su esposo. Goku pudo escuchar la respiración agitada de su esposa. Tratando de controlar su ki para no hacer aparecer al hombre rubio y de ojos azules. Sintiendo ese calor que emanaba de sus cuerpos.

-Hazme el amor Goku.- pidió Milk con una voz tan sensual que izo estremecer a su esposo.

Era la primera vez que su esposa le pedía hacer el amor de esa manera. Musica para sus odios penso cargando a Milk con agilidad y poniendo sus dedos en la frente para tele trasportarse a su casa. Al llegar Goku la acostó en la cama con delicadeza. Sin parar de besarla. Comenzado a agitarse mas de lo inusual en los labios de cada uno. Milk sabia que si seguían de esa manera el vestido quedaría hecho añicos, así que rápidamente puso las manos en el pecho de su esposo.

El descenso de Milk. Parte IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora