Conocidos.

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Milk despertó inconciente y algo dolida. Trato de mirar hacia todos lados buscando su esposo. Esta sabia que el estaría hay y que la había salvado de la golpiza que le estaban dando. Estaba en una especie de cueva y una fogata adornaba el lugar. Se miro para ver si tenia ropa puesta. Tenia una camisa negra que le hasta las rodillas, pensó en las camisas de su esposo que esta abecés solía usar para estar en la casa. Esta se abrazo aun adolorida con ganas de llorar. Sabia que de ahora en adelante viviría un infierno literal peor que el que vivió con Turles. Alguien se acercaba a esta entrando por la cueva una figura que ella conocía bastante bien. Esta por instinto, asustada y aun aturdida corría a abrazar a su esposo.

-Goku...mi amor.- susurro esta en llanto aferandose a su cuello.

Este no pudo evitar devolverle el abrazo, rodeando sus brazos por su cintura sintiendo el calor de la mujer sobre su cuerpo. Había pasado tanto tiempo que no sentía el calor de una mujer y mas una mujer como ella. Milk no pudo contenerse a besar su cuello y olerlo. Este gemía con brusquedad, cuando Milk se acerco a su mejilla para besarlo paro en seco. Lo miro asustada separándose de el. Este era idéntico a su esposo, el mismo tono de piel, el cabello la única diferencia era esa cicatriz en la mejilla en forma de x. Vestia como un sayayin y en su cabello levaba una cinta roja.

-¿Goku?...- pregunto esta confundida.

Este curvo una sonrisa.

-No mujer, no soy tu esposo. Mi nombre es Bardock soy el padre de Kakaroto.- explico Bardock tranquilamente.

Milk se quedo impresionada y comenzó a asustarse. ¿Y si este era peor que Turles? Esta comenzó alejarse de el poco a poco agitada muy asustada. Bardock la mirada perplejo. Este se acerco a Milk tomándola por los hombros. Esta comenzó a forcejear pensando que el le haría daño. Pero este la comenzó a calmar acariciando su mejilla.

-Escucha mujer se quien eres, no te haré daño lo prometo.- susurro este con suavidad abrazándola para que esta se calmara. - Si lo hago mi hijo jamás me lo perdonaría.-

En ese momento Milk levanto la mirada para verlo. Este le sonreía con amabilidad limpiando sus lágrimas. Ella no sintió que este le afectara el instinto de igualdad de los sayayines.

-Eres identico a Goku.- observo Milk acariciando su cicatriz.

-Y tu eres idéntica a ella.- le contesto tocando el cabello de Milk pensativo y muy lejano.- Tranquila mujer yo te protegeré.-

Milk se separo un poco de el algo sonrojada. Demonios- pensó esta tenia la maldición de la familia de Goku, todos eran tan parecidos que cada vez que veía su rostro se acordaba a su esposo queriendo besarlo y acariciarlo. Bardock se acerco a sentarse a la fogata aun pensativo suspirando profundo.

-Es mejor que duermas mujer.- sugirió este sin mirarla.- aun estas muy débil es mejor que recuperes tus fuerzas.

Milk obedeció, la verdad es que aun estaba toda adolorida y había algo en ese hombre que le inspiraba confianza. Además sabia que significaba desobedecer a un sayayin una buena golpiza o violación. Esta callo rendida rápidamente pensando en su esposo y en sus hijos sollozando amargamente.

...

Goku se tele transporto donde estaba Vegeta, Bulma y Gohan. Estos se encontraban en un lugar remoto de la tierra buscando la segunda esfera del dragon. Al ver a Goku corrieron a su encuentro.

-Papa ¿viste a mama?- pregunto Gohan preocupado.

Goku se quedo en silencio, respirando con dificultad.

-No hijo tu madre no esta en el cielo ni con Kaiosama. La condenaron al infierno.- anuncio a los tres.

-¿QUEEEEE?- gritaron los tres al mismo tiempo.

El descenso de Milk. Parte IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora