Sacrificio.

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En efecto Goku no tenia ninguna intención de dejar a Milk sola de nuevo por tanto tiempo. Volvio a retomar la rutina de trabajar con ella la tierra por las mañana y luego irse a entrenar con Kaiosama. Milk también decidió entrenar con Gohan mientras su padre no estaba. Videl y Goten se quedaba viendo el entrenamiento sintiendo mucho entusiasmo por el avance de Milk. Gohan estaba muy impresionado de que su madre no había cambiado para nada después de tantos anos. Parecía la misma muchacha con la que se caso su pasa en el torneo.

-Mama has mejorado mucho.- observo Gohan bajando al suelo.

-Gracias hijo.- dijo Milk sonriendo.

Milk le encantaba que Videl y Gohan los visitaran. Se sentía en familia de nuevo haciendo todos los platillos favoritos de ellos. Amaba ver a su hijo feliz y en manos de una mujer fuerte. Esta sabia que Gohan no solo había escogido a Videl por sus sentimientos si no también por su fuerza y su atracción sayayin hacia esta. Y suspiro tranquila pensando que ya su hijo había encontrado a su igual.

Después de los entrenamientos Milk decidió tomar un descanso. Asi que decidió tomar un baño para luego recostarse un poco. Al salir tomo una de las camisas de entrenamiento su esposo y la ólio poniéndosela. Le encantaba hacer eso para recordar la presencia de Goku. Esta se tiro en la cama suspirando boca a bajo pensado que en pocas horas llegaría su esposo. Cada minuto que pasaba lo extrañaba aun más. Se paro lentamente para mirar hacia la ventana. Ya estaba oscureciendo y se sentía una brisa refrescante. Milk serró los ojos para respirar ese aire puro del bosque pero al abrirlo se asusto tanto que callo al suelo sentada.

-DEMONIOS VEGETA ¿QUE HACES AQUÍ? POR POCO ME MATAS DEL SUSTO.- espeto Milk aun en el suelo tirada.

Este no dijo ni una sola palabra entrando en la habitación por la ventana seriamente. Luego levanto a Milk del suelo mirándola fijamente.

-La verdad es que no se que demonios hago aquí mujer.- dijo este seriamente algo sonrojado.

-¿Tienes algún problema?- pregunto Milk algo preocupada.

A pesar de todo Vegeta se había vuelto su amigo y su maestro. No quería verlo en ese estado parecía algo preocupado. Milk le tenia respeto y estima ya que este había accedido a entrenarla viéndole mayor potencial que el mismo Goku. Esta lo miro sentándose en la cama esperando alguna contestación pero este solo se quedaba callado mirando hacia la nada molesto.

-¿Te peleaste con Bulma?- adivino Milk por su rostro.

Al decir esto Vegeta se sonrojo aun mas. Milk no pudo evitar sonreír. Vegeta no era un hombre de muchas palabras pero si era mas maduro que Goku. Ella sabia que el no le diría ni una sola palabra solo quería estar hay hasta que se le pasara el coraje. No era la primera vez que pasaba. Antes cuando habían empezado el entrenamiento este en ocasiones sus días de descanso buscaba excusa para entrenarla. Milk sabia que era un medio de despejar todo su enojo y volver a su casa en paz.

-Ven Vegeta te are un poco de te.- dijo esta saliendo del cuarto para ir hacia la cocina dándose la vuelta.

En ese momento los temores de Milk se hicieron realidad al sentir la mano de Vegeta sujetando fuertemente su brazo. Tanto que lastimaba. Este comenzaba a respirar con dificultad, temblando. Milk sintió un escalofrió y temor por todo el cuerpo. Ya no quería hacerse la sumisa, ataco a Vegeta fuertemente para que se alejara de esta. Saliendo disparado por la ventana. Esta voló hacia fuera para tener una batalla con el. Sabia que Vegeta no seria nada suave con ella, si no que como Turles a la hora de atacar. Goten al parecer se dio de cuenta de lo ocurrido saliendo de la casa preocupado.

-Mama...- comenzó este alarmado.

-Goten por favor mantente alejado y entra a la casa.- rogó Milk tratando de proteger a su hijo.

El descenso de Milk. Parte IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora