Ben me mira atemorizado y deja caer el arma al suelo, los pies le cuelgan desde el aire y mira hacia abajo buscando alguna explicación.

— ¿Qué...estas...haciendo? —saco el aire de sus pulmones y este comienza a patalear, hago que todas las cosas que tiene en los bolsillos y sujetas al pantalón caigan, entre ellas la linterna y su arma. Se toca el cuello asustado y patalea frenéticamente.

Lo lanzo contra la pared y cae como un muñeco de trapo, por suerte sigue vivo.

Comienza a toser — ¿Quién... diablos eres...? 

Jota está en el suelo entre consiente e inconsciente.

—¿Que... es lo que quieres?  ¿Porque.. tus...ojos...?

— ¡Cierra la maldita boca! —hago que su boca se cierre, de pronto me doy cuenta que los cristales de la ventana de recepción están temblando y cuando hago que paren ya es tarde, se rompen en pedazos.

Me miro en el reflejo de uno de ellos. Mi rostro, mis ojos... mis ojos son negros. Mi iris está completamente negro, como si se hubiese producido un derrame.

Lilly me dijo que la máquina de electrochoques hacía que mis ojos se tornaran de ese color, ahora sé que la Doctora mintió, esto sucede cuando mi ira se sale de control y comienzo a destrozar todo lo que está a mi paso. Cuando utilizo telequinesis.

Miro a Ben, su frente esta llena de sudor y está intentando alcanzar su pistola, muevo mi mano y un vidrio desde el suelo flota en el aire.

— ¿Qué...haces?

—Lo que siempre debí haber hecho —el cristal va directo a su hombro. Ben grita de dolor, mientras la sangre recorre su traje negro —ahora tendrás que volverte a operar y espero que esta vez te corten el maldito brazo.

Miro a Jota en el suelo y escucho murmullos venir desde las habitaciones, todo este ruido debe haber despertado a los demás. Levanto a Jota y lo apoyo como puedo en mi hombro.

—Ni se te ocurra seguirnos o esta vez te cortare el brazo yo misma ¿me entendiste? —le advierto a Ben, quien está sentando en el suelo casi inconsciente. La sangre ya ha formado un charco en el piso —Y más te vale que no digas nada de esto a nadie a menos que no tengas tanto valor por tu vida.

Cojeo por el pasillo con Jota al hombro, mientras que las piernas las siento débiles y cansadas. ¿Qué se supone que haga ahora? ¿A dónde lo llevare?

—Emily —susurra cerca de mi oído.

— ¿Estas despierto? —tiene el rostro lleno de sangre.

—Emily —repite. Está a punto de desmallarse.

—Aguanta un poco más Jota, dime a donde puedo llevarte ¿en dónde está tú habitación?

—Llévame... donde...Colton, ¡ahí! —apunta hacia el final del corredor y se derrumba en mi hombro.

Ahogo un chillido, Jota pesa demasiado. Intento llevarlo, pero las piernas me traicionan y me derrumbo junto a él, quien cae al suelo desmallado ¡Mierda!, le tomo de las dos manos para jalarlo, lo arrastro por el suelo del corredor. 

¿Qué es lo que haré? no sé si Jota vio lo que hice y ahora tendré que mentir sobre lo que paso, pero más que nada, tengo que salir de este pabellón lo antes posible.

Mientras arrastro a Jota, escucho como los murmullos comienzan a llenar el vestíbulo, intento arrastrarlo lo más rápido posible hasta que estamos lo bastante lejos. Ya se deben haber dado cuenta de que Ben está herido y también sobre los vidrios rotos.

Todo ha salido mal. Thomas me dejo claro que no hará nada para escapar, Colton cree que cometo equivocación tras equivocación y ahora a Jota lo han golpeado por mi culpa. Los problemas vienen a mi como si los atrajera un imán, quizás sea yo ese imán.

Mi Telequinesis © [En Edición]Kde žijí příběhy. Začni objevovat