- Austin – mi voz tembló mientras veía a Austin coger una mochila y meter algo de su ropa.
- Alice ahora no, vístete, rápido, tenemos que irnos. - puse mi mente a funcionar y me quité la camiseta que llevaba para cambiarla por una básica negra. Después me puse unos pantalones cortos y mis converses negras. Cerré mi maleta y la colgué en mi espalda.
Austin guardó el arma en la parte de atrás de los pantalones y guardó otra en su mochila. Se la colgó y tendió su mano para que se la cogiera. Avancé hacia él y cogí su mano. Austin salió de la habitación y yo con él.
- No mires sus cuerpos – miré hacia arriba pero fue inevitable no mirarlos. Tragué la bilis que subía por mi garganta. No era hora de dar la nota.
Bajamos las escaleras y cuando salimos a la calle Austin miró hacia los lados antes de avanzar hacia su coche. Lo abrió y abrió la puerta del copiloto para que me montara. Él se encargó de poner nuestras mochilas en los asientos traseros y después se arrodilló sobre la acera para mirar debajo del coche.
Fruncí mi ceño al verlo y miré hacia los lados. La gente pasaba tranquila por la acera, parecía que no corríamos peligro. Austin me asustó al cerrar mi puerta y observé como él rodeó el coche y se montó. Me puse el cinturón y Austin no tardó en meter la llave en el contacto y salir de allí.
Respiré hondo y miré a Austin asustada. - ¿Quiénes eran?
- No lo sé - dijo mirando al frente.
- ¿Donde vamos?
- Eso tampoco lo sé - dijo frustrado. Junté mis labios en una fina línea y miré mis manos aferrando la camiseta, nerviosa.
No podía pensar con claridad ya que los cuerpos de los dos chicos volvían a mi mente una y otra vez. Los golpes, los disparos...
Estaba asustada.
- Iré a ver a Steve, a mi abuelo. - Austin miró por el retrovisor. - Le pediré dinero y te llevaré a Nueva York. Es mejor que le digas a tu padre que se ponga ya en camino.
- El querrá que vaya con él.
Austin negó con la cabeza y suspiró - Será mejor que vayamos separados.
Cuando Austin paró frente a su casa, entré para ver a su madre. Ella nos miraba con preocupación mientras que su hermana nos miraba con los ojos bien abiertos y seria, muy seria.
- ¿Estás bien? - Anna se acercó a mí y me abrazó. Correspondí su abrazo reconfortante.
- Sí, estoy bien. - me separé de ella y mi móvil vibró en el bolsillo trasero de mi pantalones. Lo cogí.
- ¡Alice, maldita sea, donde demonios estás! - papá sonó muy alterado al otro lado de la línea.
- Vamos de camino a Nueva York, ve para allá. Te esperaré allí - dije mientras me separaba de Anna e iba hacia la entrada.
- Ven a casa, nos iremos juntos.
- Austin me dijo que puede ser más peligroso así. - papá suspiró al otro lado del teléfono - ¿Que está pasando?
- No lo sé, cariño. No lo sé - su voz sonó rota. - Tengo todo cargado en el coche, quiero que quedemos en Hamilton, ¿vale? ¿Te acuerdas la gasolinera que está en las afueras? ¿Que hay un bar de carreteras donde paramos a comer y hay un motel?
- Si.
- Nos vemos ahí. Tened cuidado, no hagas cosas estúpidas y dile a ese chico que como te pase algo, está muerto.
- Papá - me quejé.
- Le estoy confiando tu vida, Alice.
Después de que Austin apareciera, nos despedimos de Anna a pesar de que ella insistía en que nos quedáramos allí, tenían seguridad. La verdad es que podíamos correr peligro de camino a Hamilton. Estaba aterrada con que algo nos sucediera. Quizás quedarnos en casa de Anna era lo mejor, aunque poner en peligro a su familia... no había necesidad.
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3. Saga Cree en mí - Heavy Crown
FanfictionCuando has sido alguien tan importante, cuando has sido el rey, no puedes dejar tu corona sin las consecuencias. Tus enemigos seguirán siendo tus enemigos. Ellos te querrán ver derrotado, más de lo que lo han hecho nunca. Personas que jamás pensaste...
Veintiuno. "Corre"
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