Capitulo veintinueve: La carta

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Es medio día y la temperatura no ha aumentado un grado desde la mañana, las nubes negras y los truenos en el cielo le dan al lugar un aspecto más tétrico que en lo que realidad es. Camino con cuidado tratando de no pisar la madera podrida y cables que sobre salen de las lámparas del piso de abajo. Las pintura marrón de las paredes esta muy gastada y comienza a despegarse, junto con los clavos que sostenían los estantes.

No había muchos muebles, solo escritorios rotos y sillas empolvadas, la mayoría de las cosas que había aquí se las robaron semanas después de que abandonaron el local. Era muy natural ver a personas que vivían por la zona salir cargando con mesas y sillones de piel en buen estado.

Mis botas crujen cuando aplasto un vidrio, sacudo mi pierna para que no quede ningún residuo que pueda encajarse al caminar. Arrugo la nariz al percibir un olor horrible, como a orina y hierba, pero no es de extrañarse, algunos adolescentes que se creen rebeldes vienen aquí a drogarse hasta el amanecer.

Alec y yo quitamos algunos de los escombros lo mejor que pudimos para hacer una sala improvisada donde pudiéramos entrenar algunos hechizos que he estado memorizando. Estoy empezando a comprender los signos del libro, sus letras y dibujos sin sentido formaban palabras cuando fuerzo la vista.

-Max te ha estado enseñando como si fueras un cachorro que tiene que atrapar la pelota.-se aventuró a decir sacudiéndose las manos.-mis métodos van a ser distintos.

Asentí sin cuestionarlo.

-¿a que se le llama mover un objeto sin tocarlo? -dijo muy profesional como si estuviera haciéndome una pregunta de examen.

-inducción.-dije con una sonrisa orgullosa.

Sacudí con las palmas el escritorio menos destruido para quitarle el polvo y me senté dejando colgar las piernas.

-error. En la magia no interviene ningún medio físico conocido.-chasqueó la lengua.-La inducción se produce gracias al electromagnetismo, nosotros manipulamos la materia sin la necesidad de eso, es nuestra energía la que nos permite hacerlo.

-¿y como lo domino?-torcí el gesto en una mueca. Para el era muy sencillo explicarlo, pero yo seria quien tendría que hacerlo.

-depende de ti y tus aptitudes.-declaró abriendo el libro.-quebraste un florero por que estabas enojada, eso no es un avance.

-¿cómo lo hice?

-la energía positiva o negativa que emana de ti afecta la materia, debes acumular esa energía y usarla a tu disposición.-dejo caer el libro junto a mi provocando que se levantara una nube de polvo.-ahora, en lugar de mover un vasito con agua, quiero que me levantes a mi.

Contuve las ganas de reírme hasta que me doliera el estomago ¿de verdad creería que yo podía hacer tal cosa? Apenas y puedo levantar ligeros objetos y quiere que levante a un adolescente musculoso y fornido, sin contar lo pesado de su ego.

-muy bien.-dije con voz firme sorprendiéndonos a los dos.

Alec dejó de jugar con su anillo para mirarme fijamente.

-¿lo harás?

-no voy a decir que no puedo sin antes a verlo intentado.-arrisque las mangas de mi blusa hasta la mitad de mis brazos y luego añadí.-eso no va conmigo.

Las joyas del tiempoWhere stories live. Discover now