Capitulo veintiséis: La puesta de largo (parte 1)

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La mañana transcurría con normalidad. Salí temprano de casa y estaba haciendo tanto frío que lamento gravemente no haberme traído un saco, una madre me recordaría este tipo de cosas "lleva una chaqueta, te puedes resfriar" o "desayuna algo decente"...

Todo el camino me la pasé leyendo el libro que me dio Alec, fue un gesto muy amable de su parte, me ha ayudado mucho con las lecciones de Max. Aunque sigo sin saber porque se me dificultaba tanto ejercer algún hechizo, cuando me propongo ser buena en alguna materia no intento solo saberla, sino desempeñarla. Es la primera vez que me ocurre esto, y no me gusta para nada.

Estoy en la recepción bebiendo un jugo de arándanos que compré en April, si había algo aun mejor que el pastel era ese jugo.

Le traje unos panecillos a Sophie «la portera del edifico» es una mujer muy amable, la conozco desde hace tiempo, me deja pasar sin identificación y me cuenta chismes sobre Peter.

-¿no tienes la llave?-pregunté mientras lamia la crema en mis dedos.

-no cielo.-respondió acomodando un mechón de su rubio cabello atrás de la oreja.-tu amigo ha insistido en tener también la copia, la ultima vez que te deje entrar se molestó mucho.

Sonrío ante ese recuerdo. La vez pasada que estuve aquí, Sophie me entregó la llave, entré al departamento de Peter y como no estaba, me dispuse a hacer un postre para cuando llegara. La receta llevaba tres copas de vino blanco y a mi se me ocurrió agregar un poco más de la cuenta, luego puse música, y me serví un vaso, luego fue más y más hasta que me termine media botella. Así que cuando pet llegó no solo estaba ebria sino quemé su horno, destruí el papel tapiz y mate a su pez. Creo que por eso no me indigna que haya decidido no darme un juego de llaves.

-no importa, le tocaré la puerta.-digo dirigiéndome al elevador.

Entro con cuidado de no golpear a la pareja que intercambia saliva y gérmenes en mi presencia. Se besan con tanta desesperación que parece que van a atragantarse. Para muchas personas, sus muestras de afecto son «amor» para mi son solo sus cuerpos llenos de neuro-transmisores y hormonas.

-con permiso.-murmuro quitando el codo del chico para poder oprimir el botón.

Aparto la vista pero sigo escuchando sus gemidos. ¿Que acaso no hay algo de pudor?

Reviso mi teléfono y tengo un mensaje de un numero desconocido.

No registrado:
¡Hola Lana! 😆
Soy Sarah. Peter me dio tu numero...😈
Quería decirte que nos vamos a ver en la casa de camelia en unas horas para viajar con Benjamín.
Recibido✔️✔️

Guarde a Sarah en mis contactos y le respondí.

Estoy con Peter ¿a qué hora tenemos que estar ahí?
Enviado ✔️✔️

Sarah 🙊
A las doce. Ni un minuto mas ni, ni un minuto menos.
Nos harán pruebas de vestuario 😩🔫 para la fiesta.
Odio los corsés👗
Recibido ✔️✔️

Sonrío. Esa chica es muy simpática, lo que hace que me preocupe aun más que en el futuro pude haber hecho algo para que termine odiándome... Aparto esa idea de la cabeza. Eso no tiene por qué ser así, aun no pasa y me aseguraré de que no suceda.

Las puertas se abren y salgo casi corriendo, al parecer los chicos si se estaban conteniendo con mi presencia, en cuando puse un pie fuera empezaron a manosearse y llevarlo a otro nivel «jodidos enfermos»

Toco la puerta de Peter con fuerza y...nada. De seguro se quedo dormido, si fuera por él dormiría todo el día y solo se levantaría para comer. Llamó aun con más fuerza para que me oiga, y cuando por fin se abre la puerta, me encuentro con una chica. En siete segundos puedo escanearla y detectar que es una «amiga de una noche»

Las joyas del tiempoWhere stories live. Discover now