Capítulo 14 (Loco acosador y cita)

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Anne se estaba empezando a quedar sin escusas.

Thomas no paraba de preguntarle si tenía la tarde libre para salir con él, y ella estaba empezando a desesperarse. Es más, ya se había visto obligada a recurrir a escusas como "hoy tengo que bañar al pez" o "voy a regar el cactus". Pero él no se daba por vencido y le interrogaba todos los malditos días.

—Buenas tardes —dijo la madre de Anne entrando en su habitación. Y los cinco pares de ojos se giraron hacia ella. Las chicas habían estado en casa de Anne desde que terminó el colegio intentando convencerla de que fingir su muerte no era una buena idea para alejar a Thomas.

La señora Black llevaba en cada mano un gran ramo de rosas.

—Sé lo que estáis pensando y no, no he ganado un concurso de belleza —dijo mientras dejaba las flores en la mesa. Su comentario provocó que todas riera—. Han llegado estas para ti, Anne —antes de cerrar la puerta y salir dijo—. Y por favor, dile a tu admirador secreto que en vez de flores te mande bombones o dulces, que aquí hay muchas bocas que alimentar.

—Bueno, secreto no es tu admirador... —dijo Ele con una mirada pícara cuando la madre de Anne se hubo ido.

—Cállate —respondió Anne.

—Pitu, sabes que tarde o temprano vas a tener que aceptar esa cita, ¿no?— "Pitu" o "Pitufa" es como Beth llamaba a veces a Anne debido a un broma que le hizo. Echó en el agua de su piscina colorante azul provocando que su cuerpo se volviera también azul y permaneciese así mas de dos semanas. También usaba el mote "avatar" pero como cuando lo decía en alto la gente se giraba y le miraba raro, prefería Pitu.

—Soy consciente, gracias—hizo una breve pausa—. Hablando de cosas que intentamos evitar, ¿qué tal con Sylvester? —dijo Anne para molestarla. Bethany se sonrojó hasta las orejas.

—Aún no he hablado con él —contestó en un susurro, pero lo suficientemente alto como para ser audible.

—Recuérdame, por favor, por qué os habéis enfadado ahora —inquirió Audrey con tomo cansado, que estaba tirada en la cama con los ojos cerrados.

—Pues mira.. —empezó a quejarse Beth.

—¡Bueno! —interrumpió Katy —será mejor que eso lo dejéis para otro día, que conociéndote, Beth, si empiezas no acabamos hasta mañana.

La rubia le miró mal y luego le sacó la lengua. Como toda una adulta madura.

—Volviendo al tema que nos interesa —dijo Audrey abriendo los ojos—. Anne, querida, sinceramente pienso que deberías aceptar esa cita. Quiero decir, mira el lado positivo —pegó un salto mientras hablaba quedando boca abajo, apoyando la cara en sus manos, usando sus codos como soporte—. Vas a salir, cosa que no has hecho en siglos —la morena le miró mal por ese comentario.

—Siento decírtelo Anne, pero Audrey tiene razón. Considerando como va tu vida amorosa necesitas salir urgentemente —comentó Katy.

—¡Gracias! Bueno, como decía —siguió Audrey—. Segundo, el chico es guapo, y eso no lo vas a negar, está para comérselo, y tercero, ¡es rico! ¿cuándo crees que vas a tener una oportunidad así de nuevo? Eres guapa, tienes un buen cuerpo y mucha personalidad ¡Aprovecha!

No me llames princesa #Wattys2016Onde as histórias ganham vida. Descobre agora