𝐿𝑎 ꜰóʀᴍᴜʟᴀ 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑛𝑜𝑠𝑜𝑡𝑟𝑜𝑠 ||𝙱𝙻||

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Stone sonrió levemente, sabiendo que esas palabras eran probablemente lo más cercano a un acuerdo que obtendría de Robotnik. Asintió con la cabeza, su voz calmada mientras respondía.

—Lo entiendo, doctor. Haré todo lo posible para garantizar su seguridad hasta que esté de regreso con nosotros.

Robotnik, aún con el ceño fruncido, tomó nuevamente su taza de café y miró fijamente al frente.

—Asegúrate de hacerlo, Stone. Porque mi paciencia, aunque extensa, no es infinita.

El ambiente se relajó ligeramente después de esas palabras, y aunque las preocupaciones del doctor seguían latentes, el vínculo que compartían como padres comenzaba a solidificarse en pequeños gestos y decisiones.

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La tarde avanzaba con una tranquilidad engañosa mientras Stone y Robotnik se preparaban para salir en busca de su hijo. Ambos habían optado por atuendos funcionales: Stone con una camisa gris ajustada que resaltaba su compostura profesional, e Ivo, como siempre, impecable en su icónico abrigo rojo, aunque sus ojos brillaban con una inquietud apenas disimulada. Su café con leche de la mañana todavía reposaba en la mesa, frío y olvidado.

Mientras ajustaban los últimos detalles, el teléfono de Stone comenzó a vibrar. Con un gesto instintivo, tomó el dispositivo y frunció el ceño al ver el nombre de Maddie parpadeando en la pantalla.

—Es Maddie. —murmuró. Robotnik, alzando una ceja con desdén, lo observó mientras contestaba.

—¿Maddie? ¿Ocurre algo? —preguntó Stone, intentando que su voz sonara neutral, aunque la preocupación era evidente.

La voz al otro lado de la línea estaba cargada de urgencia.

—"Stone, lo siento mucho... Algo terrible ha pasado. Tu hijo... ha sido secuestrado."

Stone sintió que el aire abandonaba sus pulmones. Sus ojos se abrieron desmesuradamente, y sus manos comenzaron a temblar, obligándolo a apoyarse en la mesa para no perder el equilibrio.

—¿Qué? ¿Cómo...? ¿Quién lo hizo?

—"Un... un erizo negro," —respondió Maddie con evidente miedo en su voz—. "Apareció de la nada. Es rápido, como Sonic, pero... diferente. Más agresivo. Dijo que lo necesitaba para completar una venganza. No explicó más. Lo siento mucho, intentamos detenerlo, pero fue demasiado rápido."

Stone colgó el teléfono, sintiendo cómo la adrenalina le recorría el cuerpo. Miró a Robotnik, quien lo observaba con una expresión que oscilaba entre la impaciencia y el interés clínico.

—Doctor, nuestro hijo... ha sido secuestrado por un erizo negro.

Robotnik frunció el ceño, su postura rígida mientras procesaba la información.

—¿Un erizo negro? —repitió lentamente, como si analizara cada palabra. Su tono, aunque severo, contenía una nota de desconcierto—No tengo registro de una criatura como esa en mis bases de datos. Esto plantea múltiples interrogantes: su origen, sus capacidades y, lo más importante, sus intenciones hacia nuestro hijo.

Stone asintió, todavía tratando de digerir lo que Maddie había dicho.

—Mencionó algo sobre una venganza, pero no dió detalles. Maddie y Tom intentaron detenerlo, pero fue demasiado rápido.

Robotnik abrió la boca para lanzar una de sus habituales críticas sobre las "ineficiencias" de confiar en otras personas, pero fue interrumpido por el sonido de una carrera desenfrenada. Un instante después, Sonic apareció en el umbral de la puerta, seguido de Tails y Knuckles.

—¡Hey, Eggman! —gritó Sonic, como si no entendiera la gravedad de la situación.
Knuckles rodó los ojos y lo golpeó ligeramente en el hombro.

—Sonic, esto no es un juego. Tenemos que explicar lo que pasó.

Robotnik se giró hacia ellos, cruzando los brazos con una expresión que era mitad furia y mitad desprecio.

—Ah, el trío dinámico. ¿Qué hacen ustedes aquí, y por qué debería evitar que les lance un enjambre de drones en este instante?

Tails levantó sus manos en un gesto de paz, su voz calmada pero apremiante.

—Doctor, escúchenos. Sabemos que tu hijo está en peligro, y estamos aquí para ayudar.

—¿Ah, sí? —Robotnik arqueó una ceja, su tono goteando sarcasmo académico—¿Y qué certeza tengo de que esta vez no son ustedes los responsables de este desastre? Ya hemos establecido que mis 'aliados' tienen una capacidad excepcional para atraer problemas.

Knuckles golpeó el suelo con su puño, frustrado.

—¡No fuimos nosotros! Fue ese erizo negro.

—además alguien está usando sus drones.—comenta Tails.

Sonic dió un paso adelante, su actitud más seria de lo habitual.

—No sabemos mucho de él, Eggman. Es nuevo, incluso para mí. Pero no parece estar actuando por cuenta propia. Algo o alguien lo envió.

Robotnik suspiró, cerrando los ojos momentáneamente como si intentara contener su frustración.

—Muy bien. Aceptaré su ayuda... temporalmente. Pero déjenme aclarar algo: no lo hago por ustedes. Lo hago porque mi hijo está en peligro. Y si descubro que alguno de ustedes contribuyó a esto de cualquier manera, las consecuencias serán... impredecibles.

Stone, quien había permanecido en silencio, finalmente habló, su voz cargada de determinación.

—¿Entonces qué hacemos ahora, doctor?

Robotnik enderezó su postura y comenzó a dar órdenes con la precisión de un general en el campo de batalla:

—Tails, tú sincronizarás tu tecnología con mis sistemas. Necesito acceso completo a cualquier rastro de datos energéticos que mis drones hayan recogido en las últimas veinticuatro horas. Knuckles, tu fuerza será útil para cualquier enfrentamiento físico. Sonic... —Robotnik lo miró con un dejo de molestia—supongo que tu velocidad tendrá alguna utilidad para cubrir terreno rápidamente, aunque preferiría confiar en mis vehículos autónomos.

Sonic intentó bromear, pero Stone lo interrumpió con un gesto, mostrando la seriedad de la situación. Robotnik, mientras tanto, comenzó a teclear en su dispositivo portátil, activando una red de rastreo para localizar a los drones con los chips implantados.

—Stone. —dijo finalmente, dirigiéndose a su Omega—tú y yo lideraremos esta operación. Si mi tecnología ha sido usurpada, me aseguraré personalmente de que la paguen con intereses.

La atmósfera era tensa, pero también cargada de resolución. Cada uno sabía que no había margen para errores: el hijo de Robotnik estaba en juego, y todos debían actuar rápidamente para garantizar su seguridad.

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Continuará...
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