El día transcurría en silencio en el laboratorio de Robotnik. Stone, aunque aún notoriamente afectado por los recientes acontecimientos, intentaba ocupar su mente con las actividades diarias, manteniéndose lo más posible alejado de los pensamientos que le incomodaban. Los cambios físicos y emocionales que experimentaba debido al embarazo lo mantenían más introspectivo que nunca. Las fluctuaciones de su ánimo y el creciente malestar corporal se estaban convirtiendo en una constante. Era inevitable, claro, que cada día le trajera nuevos desafíos.
Esa mañana, mientras se preparaba para salir, sus movimientos eran más lentos, como si el peso de su propio cuerpo le pesara más de lo habitual. Tomó un par de prendas de su armario, observando las opciones sin mucho interés. Sabía que debía cambiar algo en su guardarropa, pero no sentía energía para hacerlo. Las ropas que antes le quedaban cómodas ahora comenzaban a ajustarse en su cuerpo de manera incómoda. Necesitaba algo más cómodo, algo que aliviara la presión constante en su pecho y abdomen.
Sin embargo, justo cuando estaba a punto de salir, la voz de Robotnik resonó por el pasillo, haciendo que Stone se detuviera en seco.
—Stone, detente un momento —ordenó, su tono firme como siempre. No era un tono de petición, sino de autoridad. Y como siempre, el Omega obedeció sin pensarlo—. Acompáñame al laboratorio, tenemos que discutir algunos parámetros importantes.
Stone frunció el ceño, pero se giró para hacerle caso. Había algo en la manera en que el Doctor lo llamaba que lo inquietaba. Sin embargo, lo siguió.
—¿Qué pasa, Doctor? —preguntó, sus palabras vacilantes. La irritación de las últimas semanas se reflejaba en su voz.
Robotnik lo miró con una seriedad que hacía que el ambiente en la sala se volviera aún más tenso.
—El nivel de riesgo sigue siendo elevado, Stone —respondió, con una lógica que sólo él poseía, cada palabra medida y exacta—. Tus variables hormonales están aumentando significativamente y los alfas cercanos representan un factor de peligro. No puedo permitir que pongas en riesgo la estabilidad de... tu estado, por lo tanto, he decidido que seré el responsable de tu seguridad durante tus salidas.
El Omega frunció el ceño, molesto. No había dudas de que, para el Doctor, todo se reducía a variables y medidas preventivas, como siempre. No había lugar para las emociones humanas en su lógica.
—No necesito tu protección, Robotnik —dijo, el tono en su voz frío y directo—. Solo necesito ir de compras.
Pero el Doctor no le prestó mucha atención. De hecho, sus ojos ya se habían desviado hacia las máquinas en el laboratorio, como si estuviera más concentrado en los datos que en la conversación. Sin embargo, su siguiente respuesta fue inequívoca.
—Eso no es una solicitud, Stone. Las probabilidades de que ocurra una interacción imprevista con un alfa durante tu salida son significativamente altas. Por lo tanto, procederé a acompañarte. No acepto objeciones. Las variables deben ser controladas.
Stone suspiró con frustración, pero sabía que argumentar sería en vano. No podía pelear con la lógica de su jefe, aunque estuviera claro que su autoridad estaba sobrepasando los límites de la razón.
Ambos se dirigieron hacia la tienda de maternidad, el aire que los rodeaba cargado con una extraña mezcla de incomodidad y inevitabilidad. Stone intentaba disimular su molestia, pero la presencia de Robotnik a su lado lo hacía sentirse aún más observado que de costumbre. El Doctor, con su porte alto y su presencia inquebrantable, caminaba junto a él con una firmeza que no dejaba lugar a dudas sobre quién controlaba la situación.
Al llegar, fueron recibidos por una asistente de la tienda que, al ver a Stone, notó inmediatamente las señales evidentes del embarazo. La mujer, con una sonrisa cálida y profesional, se acercó a ellos.
DU LIEST GERADE
𝐿𝑎 ꜰóʀᴍᴜʟᴀ 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑛𝑜𝑠𝑜𝑡𝑟𝑜𝑠 ||𝙱𝙻||
Romantik☕Alfa: Robotnik. ☕Omega: Stone. ☕Mpreg, drama, acción, romance, etc. ☕No soy buena con el resumen, solo disfruten.
