Siete cabezas son mejor que dos

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- Está haciendo una linda tarde ¿No lo crees, cariño?

- Estupenda, diría yo - contestó Daniel Deakin.

- Las otras chicas son muy buenas – admitió Eleanor -. Mira ese salto.

- Si, son buenas, pero nadie como Daisy o Phoebe. Ellas podrán con esto. Será como pan comido – contestó Louis, decidido.

- Orgullo de hermano mayor a la vista – vitoreó Felicité, rodando los ojos.

Finalmente pudieron escuchar el nombre de Phoebe en el grupo siguiente, lo que emocionó a la familia. La niña Tomlinson vestía una chaqueta Manfredi de color negro, pantalones blancos, botas De Niro negras y un caso elegante y protector. Phoebe se montó en su caballo favorito, Holly, y salió a escena. Su familia se levantó a aplaudirla, emocionados y sonrientes. Phoebe a pesar de sus nervios, dedicó una sonrisa a su familia en el palco principal. La niña dio unas cuantas vueltas alrededor para calentar al caballo y cuando le fue permitido empezar, galopó hasta el primer obstáculo y el caballo saltó a la perfección. Todos estaban nerviosos, pero no se sabía a ciencia cierta si Johannah o Louis se llevarían el primer puesto. Louis continuamente mordía su labio y tamborileaba sus dedos en el asiento, mientras que Jay apretaba tan fuerte la mano de su pareja que este creyó que se la fracturaría.

- Eh, cariño...mi mano...

- Silencio, Dan, no me pidas que me calme en este momento – pidió la mujer de la casa, sus ojos azules fijos en su niña.

Phoebe continuó saltando las vallas en el orden indicado, concentrada en su entorno y en su caballo. Ya faltaba poco para terminar su ronda, pero en uno del obstáculo constituido por tres vallas, el caballo logró saltar pero desafortunadamente derribó una. El público exclamó y Louis estuvo a punto de saltar de su asiento.

- No importa. Lo hizo increíble. Está muy bien para una niña de su edad – este se repetía.

- Vamos Ernest, apláudele a Phoebe, vamos – le animaba Charlotte y el niño pronto obedeció sus órdenes.

Phoebe lucía un poco decepcionada y triste, pero no podía reunirse con su familia hasta haber finalizado el torneo. El evento se detuvo unos cinco minutos para que los encargados arreglaran la valla caída y limpiaran un poco la tierra. Al dar el pitido, el torneo se reanudó. Después de otras tres concursantes, llegó el turno de Daisy. Las gemelas vestían el mismo atiendo, siendo la única diferencia el casco que llevaban puesto.

Daisy comenzó el circuito con precisión y elegancia. Sus hermanos la seguían todo el tiempo con la mirada, y sus corazones se detenían cada vez que el caballo saltaba. Eleanor también la observaba atentamente, especialmente en uno de los arreglos florares, había algo que quería salir de allí. Por la lejanía no podía detallar que era, pero le daba muy mala espina. Daisy Tomlinson se preparó para saltar aquella valla, cuando el caballo enfocó su vista en algo muy pequeño y peludo al pie de esta: un ratoncito. De inmediato relinchó y se levantó en sus patas traseras, atemorizado. Daisy trataba de controlar al corcel, pero era un poco difícil dado que nunca había estado en una situación así. La familia Tomlinson Deakin se levantó de sus asientos, mientras que Johannah trataba de una forma u otra salir del palco. Louis fue tras ella mientras Eleanor se quedaba junto con las otras chicas. Daisy Tomlinson estaba sufriendo lo que ella consideraba una pesadilla, hasta que finalmente el caballo logró derrumbarla. Los encargados cruzaron la arena para calmar al corcel y atender a la niña, que se había fracturado el tobillo.

La familia había llegado a casa luego de una tarde realmente agitada. Daisy tenía una fractura de tallo verde, aplicándole una escayola que le sería retirada luego de unas cuantas semanas. Phoebe había ganado el segundo lugar de su categoría y Daisy recibió una medalla de participación. La última niña estaba tan molesta que no había dejado de llorar desde que salió del torneo.

The Styles Twins: The Final Challenge (Final)Where stories live. Discover now