The Styles Twins: The Final Challenge (Final)

Cambiar o Desaparecer

Japón, Noviembre 2016. One Direction aterrizó en dicha isla. El vuelo no había sido muy ameno como Edward y Andy esperaban. Según lo que Harry le había contado a su mellizo, habían resuelto las cosas con Niall pero Edward sabía que eso estaba muy lejos de ser verdad. Las fanáticas japonesas los esperaban pacientemente en el área desembarque. El quinteto se colocó el kimono naranja que el personal del aeropuerto les facilitó. Niall se aseguró que su camisa manga larga cubriese la venda en su muñeca. Si bien era cierto que todos sabían que fue ingresado al hospital, no sabían que fue por un motivo suicida. La excusa: dolores estomacales.

Apenas sus figuras se dejaron ver, el caos comenzó. Las chicas les llamaban por sus nombres, rogando por un autógrafo o una fotografía junto a ellos. Los chicos se acercaron a las fans, tratando de complacerlas. Paul Higgins vigilaba la zona, mientras que Preston, Alberto, Paddy y Basil cuidaban de los chicos. El resto del equipo pasó rápidamente, dirigiéndose a los taxis.

Cuando llegaron al hotel, Edward Styles dejó su maleta en la entrada y dejó caer en la cama boca abajo, su cuerpo rebotando hasta detenerse. Andy arrastraba su maleta mientras chequeaba su móvil y terminó por tropezarse con la maleta de su compañero. Edward alzó la mirada al escuchar el ruído, girándose hacia la puerta.

- Bien, después dices que yo soy un desordenado – Andy refunfuñó -. Pude haber muerto.

- Lo lamento compañero – Edward se disculpó y le ayudó a levantarse -. Estoy agotado. Me voy a volver loco.

- No eres el único – el rubio contestó -. Lo que necesitamos son vacaciones, pero vacaciones de verdad...

- No creo que existan vacaciones imaginarias...

- ...ya sabes, como un crucero por el caribe. Playas exóticas. Discotecas y clubs. Pasear con motos de agua, bucear...

- Suena bien – el rizado asintió -. ¿Y quien organizará todo eso?

- Pues yo – Andy se señaló a si mismo con obviedad -. Y todos se arrodillarán ante mí con las fabulosas vacaciones que tendremos.

- Si es que todavía sigue habiendo One Direction – Edward confesó y se frotó los ojos -. Hablé con Simon mientras estabas en New York. Hicimos una especie de plan: tengo que distraer a Craig lo más que pueda o en todo caso, vigilarlo lo más cerca que pueda. Si logro conseguir una prueba de que él está engañando a los chicos, será suficiente para poder despedirle y así no tendremos que entregar las canciones a The Louders.

- Hablando de The LoUders – Andy recordó, chasqueando los dedos -. Leí varias encuestas en la web de que son la próxima boyband pop del mundo...y...ya han hecho pequeñas presentaciones. Hay gente que tiene la desfachatez de decir que son mejores que los chicos, digo ¿Cómo se atreven?

- ¿De verdad? ¿Y de que fecha son esas encuestas que leíste?

- No lo sé...pero puedo asegurarte que ese artículo existe – Andy asintió.

- Marissa me había dicho varias veces lo contrario – Edward se frotó la barbilla, caminando alrededor de la habitación -. Es decir...no solo influye a los chicos...también encubre a The LoUders. Pues claro. Si One Direction no sabe sobre los éxitos de the Louders, ellos bajaran la guardia y no lo verán como una amenaza...maldición. Marissa es una jodida actriz.

- No sé como todavía tiene el descaro de seguirnos hablando – Andy comentó, cruzándose de brazos.

- Ya sé – Edward exclamó tan de repente que su socio se sobresaltó. El rizado le tomó de los hombros -. Tú seguirás a Marissa y yo a Craig. Si logramos pillarles cuando estén desprevenidos, podremos denunciarles y enjuiciarles. Daremos con el culpable y One Direction estará salvado.