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Voy a matar a mi hermano. ¿Cuál hermano preguntas? Pablo Gabriel Esposito. Rochi y yo estamos en nuestro camino a un bar local en el que Pablo y Peter están en una mierda de borrachera. Sé esto sólo porque Pablo llamó a Rochi hace unos treinta minutos. Al parecer, le estaba vertiendo su corazón y le tomó toda laconversación telefónica hacerle derramar donde están. Nuestro plan es entrar y salir. Sí vamos a ver eso.

Hemos tomado prestado el coche de Simon desde que tengo el mío destrozado. Lo tuve por la graduación y no duró mucho después de eso. Aparcamos en la acera justo delante del bar. Caminando a través de la puerta, arrugo la nariz ante el olor a sudor y alcohol. Se ve como cualquier otro bar con sus stands a los costados y una pista de baile en el centro. El bar se encuentra al lado opuesto de la pista de baile y tiene unos lindos taburetes de cuero.

Escaneo el lugar por la familiar peluda cabeza rubia de mi hermano y el corte rapado de Peter. Me toma un minuto para darme cuenta de que miraba por encima de ellos. Peter está frente a la puerta principal y no lo reconocí porque le ha crecido el cabello hasta la barbilla. La cabellera rubia es recta y ordenada y mi corazón late más rápido en el conocimiento de que está más sexy que nunca.

—Ahí están. —Señalo hacia ellos para que Rochi los vea. Ella asiente y nos dirigimos de nuevo. Siento el nerviosismo a medida que nos acercamos. No sé cómo va a reaccionar al verme. Cuando finalmente llegamos allí y mira hacia arriba, todo el color se drena de su cara. Tenía miedo de eso.

—¿Quue diabblos, La? — Mi hermano borracho me insulta. Los ojos de Pablo se nublaron de intoxicación y parece que va a tratar de levantarse cuando se da cuenta de que Rochi está conmigo —. Rochi, bebé, lo logrr-aste.
—Sí Poli, lo logre. Ambos sonaban realmente idos en el teléfono, así que llegamos a llevarlos a casa para que no se hieran a ustedes mismos —dice con dulzura.
—De acuerdo. —Él responde intentando alcanzar su mano. Por supuesto, falla y casi se cae de la cabina, pero Rochi lo atrapa.
—Guau allí, muchachote. ¿Puedes caminar hasta el coche? Te traeré de vuelta a casa de Peter y Lali llevará la camioneta de Peter hasta allí. —Le da una palmadita en la espalda.
—Él no teen-drá essa camioneta nuunca más. —Él la mira borracho y yo lucho contra una carcajada.
—Está bien, los dejaremos averiguarlo, ¿está bien? Vamos a llegar a casa. —Se frota la parte superior de su cabeza y él la acaricia como un gato.

Después de ayudarlo a ponerlo en sus pies, los veo tambalearse hacia la puerta. Cuando no puedo ni verlos, me dirijo de nuevo a Peter. Está haciendo cualquier cosa menos mirarme. Sé que la he jodido a lo grande, pero haría cualquier cosa para borrar el dolor escrito en su rostro.

—Vamos, Peter, vamos a llevarte a casa —digo tratando de mirarlo a los ojos —. No tienes que ser de esta manera.

Una mirada de pura ira se apoderó de su rostro.

—En realidad, Lali, tengo que ser así. No me importa lo que tengas que decirme. No sé lo que crees que vas a lograr por venir aquí y ayudar. Malditamente no me interesa.

Bueno, ciertamente no está tan borracho como Pablo.

—No sé lo que estás pensando, pero sólo estoy aquí para llevarte a casa. Pablo llamó a Rochi vertiendo su corazón mientras estaba una mierda borracho. Ella dijo que estabas aquí también y que tendría que conducir la camioneta a casa.

Tuve un escalofrío que recorrió el centro de mi espina dorsal cuando vi nada menos que esa perra de Belen salir del baño de chicas. Eso habría estado bien y todo, pero cuando caminó hacia la mesa de Peter y se sentó junto a él, todo lo que podía ver era rojo. Tuve aún más furia cuando él parecía estar esperándola. Estoy totalmente rota.

—¿Qué demonios, Peter, había que bajar de grado? Puedes hacer algo mucho mejor que esta puta barata.
—¿Perdón? ¿Quién eres tú? —dice ella y realmente parece que no sabe quién soy. Genial, esto debe ser divertido.
—Soy Lali Esposito. ¿Te suena? Soy la razón por la que te tuviste que someter a cirugía plástica para reparar tu nariz ya falsa. —Me siento como si tuviera vapor saliendo de mis orejas.

Ella escupe tratando de pensar en una de regreso. Se vuelve a Peter.

—Pensé que habías dicho que te dejó.
—Ella si me dejó, Belen. Pablo llamó a Rochi, que es compañera de habitación con Lali —le dice, pero ella no parece entenderlo. ¿Mucho aire en la cabeza?
—Bueno, entonces, ¿por qué sigues aquí? ¿No ves que no eres querida? —Ella se acurruca junto a él y me siento mal. Ella toca lo que debería ser mío, lo dejé ir porque no podía manejar mis propios problemas.
—Sí veo que no me quiere. Me largaré de tu cabello. —Se necesita toda la fuerza de voluntad que hay en mí para decir esas palabras. He actuado de forma inmadura con Peter y lo he jodido a lo grande, por lo que es inútil tratar de arreglar algo que no puedo.

Me vuelvo antes de que esa perra loca tenga algo que decir a eso. Salgo por la puerta con la esperanza de que puedo lograr llegar muy lejos antes de que las lágrimas empiecen a caer. Ahí es cuando me doy cuenta de que no tengo un aventón a casa y los dormitorios están a diez kilómetros de distancia. Sí, voy a decir ahora mismo que el karma es una perra.

—Espera, Lali. —Le oigo decir a mis espaldas. Muy tarde, esas lágrimas estúpidas empezaron a llegar —. Deja que te lleve a casa. O puedes conducir porque he bebido unas cuantas.

Asiento sin darme incluso la vuelta. Camina y me pasa en el estacionamiento al lado del bar. Lo sigo al Audi de su hermano pequeño. ¿Qué clase de monstruo enfermo soy que le hice renunciar a Betty? Le encantaba esa camioneta tanto como su hermano.

Una hermosa cosa Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora