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El fútbol americano es la vida entera de Simon. Él es una de esas personas que se mete de lleno en el juego. Si su equipo favorito pierde, estará molesto durante días. Si hablas mal acerca de cualquiera de los miembros del equipo, es que estás buscando una pelea a puños. Yo solía temer la llegada de la temporada de fútbol cada año. Era incluso peor cuando el equipo en el que él jugaba en la secundaria perdía, lo cual no sucedía muy seguido si él jugaba. 

Él se ve exactamente como papá con su cabello negro muy corto y sus oscuros ojos azules. Su cara está compuesta de rasgos angulosos y una boca gruesa que difícilmente sonríe. Ni siquiera sabrías que Simon y Pablo son gemelos si no te lo dijeran. Sí, tienen en general el mismo rostro, pero Pablo es rubio con ojos azules claros. Además, Pablo sonríe todo el tiempo y no se toma la vida tan en serio.

Simon juega en la línea ofensiva. Y es muy bueno en su trabajo. El año pasado apareció en los titulares gracias a su único sack permitido y su récord de sesenta y siete pancakes durante el último año de la secundaria. Esto le consiguió una beca completa y una posición de tacleador izquierdo en el equipo.

Toda la familia va a verlo jugar. Lo cual incluye a mis cuatro hermanos y hermanas, más tres hijos políticos y dos nietos. Y todos llevamos jerseys con su número estampado. Es loco, pero haría cualquier cosa para apoyar a mi hermano.

Usualmente me siento con mi iPod y leo, ahogando el sonido del juego, pero esta noche estoy en la misión de encontrar a mi chico misterioso. Y mi primera parada es Rochi. Ella está en la línea lateral con su uniforme y el resto de las animadoras. Conoce a cada uno de los jugadores y espero que sepa de quién era la casa a la que fuimos anoche.

El juego aún no ha empezado, así que es mi mejor oportunidad para preguntarle.

—¡Rochi! —la llamo desde el barandal en la parte baja de las gradas.
Su cabello rubio da un latigazo en mi dirección y cuando me ve, pone una gran sonrisa tonta y corre hacia mí.
—Hola, cariño, esperaba encontrarme contigo antes de que te fueras a casa con tus hermanos esta mañana, ¡pero alguien no llego a casa! —me chilla, abrazándome a través del barandal.
—Sí, acerca de eso, tengo una pregunta rápida que hacerte antes de que tenga que volver a donde está mi familia —le digo agarrando sus manos.
—Dispara.
—¿De quién era la casa a la que fuimos anoche? —Trato de esconder mi emoción por descubrir el nombre de mi chico amante.
—Oh, no tengo idea, cariño. Cassidy solamente llamó y me invitó dándome direcciones. Ni siquiera pensé en preguntarle. ¿Por qué? —pregunta poniendo una mano en su cadera.
—Mierda, eras mi mejor apuesta. Te explicaré esta noche cuando vuelvas al dormitorio. —Suspiro de frustración. Podría preguntarle a Simon, pero probablemente lo descubriría y lo mataría.
—Bueno, está bien, pero muero por saber dónde estuviste, así que faltaré a la fiesta que hacen después. Ya tuve suficiente anoche, mi cabeza ha estado matándome todo el día. —Frunce el ceño y vuelve caminando a donde estaban las animadoras.

Hubiera podido conseguir que les preguntara a las otras animadoras, pero estoy bastante segura de que he visto a la chica que golpeé anoche en una de las prácticas de Rochi. Tampoco puedo creer que hice eso. No soy propensa a la violencia, pero dame un poco de alcohol y enójame, y me tendrás lanzando puños.

Jamás volveré a beber. Emi le dijo a papá que yo estaba con resaca así que él me dio un discurso de una hora y tuve que podar el césped. Y esas son dos cosas que odio. No puedo soportar la decepción en sus ojos y siempre me da un resfriado después de podar.

Me dirijo de vuelta a las escaleras hacia dónde está mi familia sintiéndome derrotada. Nunca descubriré quién es ese chico y eso me está matando.

—Bien, ¿qué sabía ella? —pregunta Jessica, un segundo después de que me siento a su lado.
—No sabía nada, una animadora le dio la dirección —respondo, alzando a mi sobrina Aleli que viene trastabillando hacia mí. Tiene un año y es la viva imagen de mi hermano Gaston. Tiene sus rizos dorados y brillantes ojos azules, pero sus mejillas son regordetas y, bueno, es una chica.
—¡Mierda, esperaba que ella supiera algo! Lo encontraremos, te lo juro, La —me dice tomando mi brazo y besando a Aleli en la mejilla.
—¡Suenas como si estuvieras más involucrada que yo! —digo riendo.
—Bueno, eres mi última hermana soltera así que tengo que vivir indirectamente a través de ti. —Se ríe conmigo—. La vida de casada es aburrida y solamente tendré sexo con un hombre durante el resto de mi vida.—Alza sus cejas sugestivamente.
—¡Ja! Está bien, Jess, te contaré cada detalle de ahora en adelante. —Sonrío con suficiencia y choco mi cadera con la suya.

Una hermosa cosa Where stories live. Discover now