URSS ( +18 )

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Este capítulo no es CANON a la historia,  es solo una adaptación de un capítulo que escribí cuando estaba haciendo Representantes y decidí descartar por la trama (decidí que era más gracioso despedazar el jeep).
Espero lo disfruten.

TW: contenido explícito y violencia.

-URSS-

El camino de regreso fue incómodamente silencioso.
Iraq y Venezuela estaban manejando, sin dirigirse la palabra, solo viendo sus teléfonos o el mapa, dándose direcciones con los dedos o golpeándose las manos cuando daban la dirección mal.

Mientras yo estaba atascado en la parte de atrás con la pequeña guerrera, que su mirada permanecía viendo sus pies. La posición incómoda no ayudaba para nada, mis piernas alrededor de ella, las suelas de mis zapatos en la pared de la camioneta, mientras que ella echa bolita estaba en el centro, sus pies a unos centímetros de topar mis muslos.

Yo la miraba a ella, esperando que en algún momento levante la mirada hacia mí, pero parecía más interesada en las uñas de sus pies que en mi.
Decidí hacer un intento por llamar su atención, apretando sus brazos y cuerpo levemente con mis pantorrillas.

Por fin, había levantado la mirada, con un gesto de confusión y desagrado

-¿Que?- me pregunto tajantemente.

- Se dice mande- decidí jugar un poco con ella, apretar los botones a ver cuál de todos la hacía explotar - ¿Por qué tan callada?.

- ¿Por qué tan metiche? - arrugó la nariz, girando la cara para ver el teléfono de Venezuela con el mapa.

Su actitud tan infantil me daba repudio, desespero, no podía creer que una de las guerreras más fuertes y poderosas entre nosotros, tenía la actitud de una niña malcriada y contestona.

- Deberías de ser un poco más amable conmigo, yo no quiero estar aquí, tú me sacaste de mi casa y me trajiste a rastras aquí - me crucé de brazos, apretando más su cuerpo con mis pantorrillas.

- ¿A ese nido de ratas y drogadictos le llamas casa? - actuaba como si no le molestara la presión en sus brazos, pero podía ver cómo levantaba la ceja y arrugaba la nariz por la incomodidad - ¿Y qué hacías ahí además de drogarte y emborracharte?.

- Estar con mujeres, muchas mujeres - era mentira, no metía a nadie a mi cuarto, no para lo sexual, solo para darles mucha cocaina, hasta dejarlos inconscientes.

- Pues creo que estás mejor aquí - miró mis pantorrillas, ya podía notar que estaba enojada, estaba apretando los botones correctos.

- Claro, para que necesito tantas mujeres... si puedo estar contigo nada más - susurré para que los choferes no escucharan.

Su mirada dejó de estar en mis pantorrillas, mirando fijamente mis ojos. De un momento a otro, parecía que la presión en su cuerpo ya no era lo que le molestaba.
No podía definir exactamente qué me decía su rostro, sus ojos veían los míos, y parecía que veía a través de mi, su cuerpo se había relajado, ya no ponía fuerza hacia afuera para impedir ser aplastada.
Parecía perdida, completamente fuera de sí misma.

Y me asustó.

Me asustó verla tan lejos de si misma, de su usual mal carácter, sus gruñidos, bufidos y sus ganas de rajarme la garganta.

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⏰ Last updated: May 11 ⏰

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