Australia 3

1.3K 213 421
                                    

(Desde el punto de vista de Antártico)

después de esa visita Australia, regresé a mi casa más confundido que nunca.

¿Que fue eso?
¿Me besó?
¿Por que hizo eso?.

Entré, topándome primero con pacífico que de reojo me vio y fue corriendo abrazarme.

- Que bueno que regresaste, pensé que algo te había pasado - se aparto sonriente.

- No te preocupes, aquí estoy - le tome las mejillas - ¿Donde está Atlántico?.

- En su cuarto estudiando - apunto arriba - También te estaba buscando.

Asentí, dirigiéndome a la planta alta para ver Atlántico donde estaba sentado en su pequeña silla leyendo un libro sobre anatomía humana y enfermedades mortales.
A atlántico le encanta leer, más que nada cosas sobre medicina; antes de venir aquí él era un doctor y atendía pacientes muy pobres que no tenían dinero para pagarle a un doctor de verdad.

Y aunque se vino a vivir aquí, Él sigue leyendo y sigue estudiando como si estuviera en la universidad.

- Hasta que llegas - me hablo sin apartar los ojos del libro - ¿Fuiste con ese chico?.

- Si... aunque ahora me entero que es mujer - me rasco el cuello nervioso.

- ¿Espera que? - mi comentario fue lo suficientemente interesante para que apartara la vista de su libro.

- Digo... es... parece un hombre pero fue mujer - intente explicarle.

- Tienes que ser un poco más específico, ¿es hombre?...¿es hombre trans?...¿es andrógino? - bajo el libro para observarme.

- Si - asentí.

Su rostro cambió de interés a decepción, bajando la cabeza como si no pudiera creer lo que estaba escuchando.

- Antártico... para ser el líder... me sorprende tu capacidad para comunicar ideas - se volvió a acomodar en su silla - Ser hombre, trans y andrógino son tres cosas distintas.

- Mira - junte las manos pensando - Era mujer... ahora es hombre.

- ¿Se identifica como tal? - me preguntó, a lo que asentí - Bien entonces es un hombre trans.

- No tengo ni idea de que es eso la verdad - me cruce de brazos.

- JUSTO- tomo aire calmándose - Justo lo que me dijiste.

- Oh bueno si... y antes de regresar me dio un beso - apunte a la orilla de mi labio - No se que significa eso.

- Espera espera espera - me detuvo con las manos arriba - Espera... ¿te dio un beso?.

- Si - asentí.

- ¿Y que hiciste? - me pregunto sorprendido.

- Yo... me fui.

Se cubrió la cara con las manos, otra vez decepcionado de mi.

- Y menstruó, sigo teniendo la sangre en mi dedo - Levante el dedo.

- ESPERA ESPERA ESPERA - me volvió a detener - ¿¡MENSTRUÓ?!... y tienes la sangre- que asco lávate la mano.

- Yo... si menstruó y... si debería de lavarme el dedo - Pero por alguna extraña razón tenia ganar de lamerlo.

- NO ANTÁRTICO YO CONOZCO TU MENTE, NO TE ATREVAS A LAMER ESO, QUE ASCO, QUE POCO HIGIÉNICO, SI HACES ESO PASARÁS A LA HISTORIA COMO EL HOMBRE MÁS ASQUEROSO DEL MUNDO - me gritó.

- Pero... pero - Volvi a levantar el dedo - huele a él.

- Lavate. La. Mano.

- Esta bien lo haré - asentí.

- Madre mía - se cubrió la cara - Mucha información.

Me fui a lavar la mano, viendo la sangre escurrir de mi dedo.

- ¿y si es fértil? - Atlántico me preguntó acercándose al baño.

- No debería de serlo, Madre no quería que anduviéramos regando bebés por ahí - me seque la mano con una toalla.

- ¿y si se le fue cuando lo creó?.

- A madre no se le va nada - le gruñí - Ella es perfecta y todas sus obras lo son.

- Bien... lo siento... toque fibra sensible - me dio palmadas en la mano para que soltara la toalla que la tenía aferrada a mis uñas.

- Ademas no deberíamos de tener sexo, no sentimos placer y no fuimos creados para eso - puse la toalla en su lugar.

- ¿Tu nunca lo has hecho?.

- ¿tú si? - le pregunte, a lo que me dio una mueca de esas que me daba cuando no quería admitir algo - ¿ESPERA TU SI?.

- En la universidad quizás me acoste con varias, Tranquilo use condón y todo - camino a su cuarto.

- ¿Pero por que harías eso?, no sentimos placer de todas maneras, ¿que sentido tiene? - lo seguí.

- Me gusta ver sus expresiones de placer... y me gusta saber que lo están disfrutando - se sentó sacando otro libro.

- Eres raro - gruñí - Y me das un poco de asco.

- Mira a mi me gusta coger y a ti te gusta lamer sangre, no eres nadie para decirme eso - levantó el libro de "cambios en la pubertad" - Quiero conocer q este chico que te beso.

- ¿Para que?.

- Quiero checar si es fértil... y si lo es... pues quizás tengamos que resolver eso - me apunto con el libro - Y tú tienes que estar pendiente de que nada le pase.

- No quiero que te la acerques ahora que se que andabas cogiendo por ahí - gruñí.

- Uy... no te pongas celoso - me sonrió - Tranquilo, yo respeto.

Sentí mis mejillas ponerse calientes y mis manos sudar a lo loco, me las limpie en mi playera y me cruce de brazos enojado

- Cállate.

- Mira entiendo tu preocupación...

- No estoy preocupado por él - gruñí.

- Tus gestos te delatan - me sonrió - Y tranquilo en algún punto tenías que enamorarte.

Me giré enojado, yendo con la única persona que me ayuda a calmarme.
Índico.

Abrí la puerta de su cuarto, donde estaba ella acostada escuchando música

- Hey Ant- antes de que pudiera terminar me tiré encima de ella haciéndome bolita - Oh wow, ¿algo malo pasó?, ¿te esta molestando Atlántico y no le puedes pegar?.

Asentí, sintiendo sus uñas pasando por mi cabello haciéndome piojito.

- Tranquilo, duérmete y te sentirás mejor - sonrió.

Cerré los ojos, pensando en la tierna piel de Australia contra mis dedos y cuando me beso, como mis uñas se clavaron en su piel, tenía ganas de tomarlo un poco más.

No, esto no me estaba pasando.

Representantes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora