CAPITULO 48

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Artem

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Artem


Miro como Simon traga grueso, mientras el idiota de "Paul" sigue sin moverse de su asiento, esta con las marcas de los golpes que le di y me acaricio los nudillos con los dedos, no siento dolor, no, ese sentimientos es algo que me niego a sentir luego de la muerte de Alek.

— Artem...que...que sorpresa — dice un Simon algo nervioso, se que lo está porque aún Dominic está a su lado con su mano dentro de su chaqueta.

— No lo es — respondo — mis gente los ha estado siguiendo hasta aquí.

Ambos me miran.

Macus acerca una silla y me siento mientras los dos hombres se dan una mirada de confusión. Supongo que "Paul" o como se llame este maldito, piensa que seguiré golpeándolo por haberlo encontrado con mi mujer, lo de Tori me ocupo luego, sé que fui duro, pero ella me estaba engañando, y ahora no tengo ningún sentimiento, si no de matar a estas dos basuras y encontrar a la mujer que engaño a mi hermano.

Ahora que sé que está aquí en Estados Unidos, la conseguiré.

Alek no está, pero yo sí, y haré que pague todo lo que le hizo.

— A qué viene... — habla Simon mientras se aclara la voz — ¿todo esto? pensé que nos veríamos en tu oficina mañana.

Si, había quedado en ver a Simon en mi oficina y finiquitar el trato que teníamos, se suponía que invertiría en su empresa pero solo fue el anzuelo, no gastaría mas de mi dinero en estos estafadores.

— Cambie de opinión — lo miro — prefiero reunirme contigo y tu socio.

Miro hacia el idiota

El me mira de reojo pero sigue sin moverse.

Simon ríe nervioso.

— Sabes que este trato es solo mío, Paul no tiene nada que ver — responde y lo mira con rapidez.

— Bueno, creo que... — habla ahora el idiota y se levanta de su silla, pero yo me levanto también, le pongo la mano en el hombre y el se sorprende cuando lo obligó a sentarse.

— Tu te quedas maldito — ladro entre dientes.

Hay personas en el lugar y no quiero que nadie se involucre, y creo que ellos tambo ya que Simon da un barrido al lugar el cual se está quedando solo, es lo que le pedí a los hombres que me custodian que cuando llegue la policía el lugar esté solo, los únicos que deberían estar son estos dos estafadores y yo, sin importar en as condiciones en que nos encuentren.

Vine antes del operativo porque quiero algo y ellos me lo darán.

— Bien, me quedaré, pero yo no toque a Tori, ella me siguió, soy hombre — aclara él.

Me robe a la noviaWhere stories live. Discover now