Capítulo LI

543 30 0
                                    

POV: Martin

Me desperté al notar una caricia sobre mi cara y al abrir los ojos me encontré con la mirada cálida de Juanjo. Sentí un escalofrío al notar su mano fría sobre mi mejilla, me había acostumbrado a despertar todas las mañanas a su lado y aún así, cada vez que lo miraba a los ojos, me seguía poniendo nervioso como si fuese la primera vez. 

La sonrisa de Juanjo hizo que todos mis nervios se desvanecieran al instante, era como si su sonrisa tuviese el poder de iluminar todo a mi alrededor, y no pude evitar que mis ojos brillaran de felicidad al verlo sonreír.

- Buenos días, cariño - le dije tras un rato en silencio.

-Buenos días, amor. ¿Cómo has dormido?

- Muy bien, me he acostumbrado a dormir contigo.

- Siempre, amor. Vamos a desayunar, tengo hambre y tus colacaos son insuperables - me dijo riéndose.

Antes de ir a desayunar nos quedamos abrazados un buen rato, me recosté en el cuello de Juanjo mientras él me acariciaba el pelo con una delicadeza que sólo él tenía. Después de un rato, nos levantamos de la cama y fuimos juntos a la cocina, parando primero en el baño para lavarnos la cara y los dientes.

- ¿Me hazeezz? - me preguntó Juanjo en cuanto llegamos a la cocina.

- ¿Cómo? - le dije haciendo que no había escuchado lo que había dicho.

- ¿Me hazeezzzz? - me preguntó mientras me ponía un puchero.

- Me derrito cuando me dices eso Juanji - le dije haciendo un puchero.

Tiré de Juanjo hacia mí y le di un abrazo rápido antes de empezar a hacer el desayuno.

- ¿Quieres café? - me preguntó después de un rato en silencio.

- Vale, ¿tú quieres colacao?

- Sí, ¿quieres tostadas?

- Sí, ¿con mantequilla y mermelada? - me dijo Juanjo con un puchero en sus labios.

- Claro que sí, Juanji. ¿Me preparas un zumo de naranja?

- Claro que sí, cariño.

-------------------------------------------------- -------------------------------

- Bueno, parece que hoy vamos a tener una mañana tranquila - dije yo mientras le daba un sorbo al café.

- Sí, me gusta estar a solas contigo aunque sea una hora - me dijo Juanjo asintiendo mientras mordía su tostada.

- ¿Vamos a desayunar esto todos los días de nuestra vida?

- ¿Qué?

- Si vamos a desayunar esto todos los días.

- Lo haremos - me dijo sonriendo mientras me cogía de la mano para dejar un beso suave en ella.

-------------------------------------------------- ----------------------

El reloj marcaba las horas con implacable precisión, y con cada tic-tac, la ansiedad de los concursantes aumentaba. Martin siguió perfeccionando cada nota de su canción, dejando que la música fluya a través de sus dedos con una pasión arrolladora. La melodía era una mezcla de emociones, con tonos melancólicos y momentos de pura energía.

Mientras tanto, Juanjo se encontraba frente al espejo de la sala de baile, ensayando una vez más los complicados graves de su canción. Cerró los ojos, concentrándose en encontrar la profundidad y la fuerza necesaria para alcanzar esas notas desafiantes. Cada intento era un paso más hacia la perfección, pero también una oportunidad para enfrentarse a sus propios miedos y dudas.

Reescribiendo las estrellasWhere stories live. Discover now