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Le puse seguro a la puerta y me dirigí a mi armario, lo abrí y saqué mi pijama, los pantalones tenían dibujos fresas y mi top, era blanco y liso; apagué la luz y no dije nada a pesar de que sabía que Erick estaba afuera de la puerta, me recosté en mi cama y prendí mi ordenador para escribir un poco en mi libro, ya que había estado ocupada y mis seguidores estaban preocupados por no publicar nada. Pero mientras escribía y publicaba un capitulo que ya tenía hecho, me llegó una notificación, la abrí y era un mensaje de un número desconocido que decía:

" Hola Sam, ¿sigues despierta?". 

Al inicio me asusté pero después recapacité y recordé lo idiota que era Erick y Noah, así que estaba cien por ciento segura de que era alguno de ellos dos.

Ignoré el mensaje y cerré mi ordenador para luego guardarlo en mi cajón, me levanté a quitar el seguro de la puerta.. por cualquier emergencia o situación, dejé mi teléfono encima de la mesa y me giré mirando hacia la pared, tratando de descansar un poco.

Mientras estaba tratando de conciliar el sueño, la puerta se abrió con suavidad pero con un ligero rechino y escuché como unos pasos, con cautelo se acercaban a mí.

Sentí como alguien se sentaba en los pies de mi cama y a pesar de no ver nada, sentía su mirada penetrante; no pude contener la curiosidad así que giré mi cabeza para mirar a la persona con confusión. Definitivamente no estaba mal, era Erick, observándome con seriedad.

- ¿Qué pasa Erick?-. Pregunté con los ojos entrecerrados por el sueño.

- Solo vine a hacerte compañía-. Respondió con sequedad.

- Por eso tienes tu cama, ¿No?, digo, estamos en la misma habitación, no tienes porque quedarte en mi cama-. Exclamé con pereza.

- ¿Puedo dormir contigo?-. Preguntó.

- ¿Y eso porqué?.- Respondí con otra pregunta.

- No lo sé... solo.. me siento solo-. Dijo con un tono cálido y honesto en su voz.

¡Mierda, ¿porqué soy tan buena persona?!.

- ¿Porqué no mejor juntamos las camas?, así tu duermes en la tuya y yo en la mía-. Sugerí.

- Mejor dormiré en mi cama..-. Respondió con desdén.

- Como sea-. Agregué volviéndome a acostar.

Escuché cómo Erick se acostaba en su cama, así que con tranquilidad, volví a conciliar el sueño, lo que no sabía era lo que pasaría después.

Al siguiente día, sonó mi despertador, haciendo que despierte para apagar lo, sin embargo cuando lo apagué, no pude evitar mirar a la cama de al lado, es decir, a Erick. No cabe duda de que se veía muy tierno durmiendo, espera, ¿qué cojones?, no debería de estar pensando en esas  tonterías; sacudí mi cabeza para tratar de borrar esos pensamientos de mierda. Me senté en la cama y me levanté con incomodidad, tallando mis ojos para despertar, así que me levanté y fui al baño, para cambiarme de ropa y arreglarme un poco, esta vez decidí usar unos vaqueros negros y holgados y un top blanco y liso, luego, con ayuda de una pinza para el cabello, me hice media cola alta, pero aún dejando mi fleco largo de lado y luciendo mis mechones rubios, que con la luz del sol, siempre se miraban dorados.

Decidí no despertar a Erick, que pereza, me dije a mi misma mientras me asomaba a la habitación de al lado para ver si estaba Noah y Jack, pero no, no había nadie; seguramente esos idiotas fueron a desayunar y no me despertaron, dije en voz baja con un cierto tono de indignación.

Así que caminé hacia la puerta del dormitorio para salir, tomé las llaves y abrí la puerta.

A La Luz De La LunaWhere stories live. Discover now