Capitulo 37

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💫

Cuando Yoongi llegó a presentar sus últimos exámenes pudo escuchar como Jeon Somi había sido dada de baja sin oportunidad de graduarse.

Los rumores decían que había comprado su proyecto, otros decían que había tratado mal a un grupo de alumnos y luego estaba el rumor de que Park Chanyeol había tenido algo que ver.

Yoongi termino de presentar sus exámenes ese día y había tomado un taxi para dirigirse a la empresa de Chanyeol donde Jimin se encontraba.

Sabía que su hora del almuerzo era a las 2 por lo que terminó preparando algo para que ambos pudieran almorzar juntos y más tarde ir a dónde Namjoon para su cita del mes.

Una vez pudo entrar al edificio entro al ascensor para llegar al piso correspondiente.

Una bonita pelirroja yacía frente a una computadora mientras parecía estar escribiendo algo en ella.

—Buenas tardes. — Yoongi saludo educado ganándose la mirada de la mujer que le miró de arriba a abajo.

—¿Que necesita?.

—Vengo a ver a Park Jimin.

— ¿Tiene alguna cita agendada?.

—No. — rasco su frente. — No sabía que necesitaba una.

— ¿Quién le dejo entrar?

—¿Disculpa?

—No cualquier persona puede ver a los Park así que amablemente le pido que se retire o me veré en la necesidad de llamar a seguridad.

—Si quiera puede avisarle a Jimin que estoy aquí. — dijo borrando toda pizca de amabilidad.

—Podría, si. — asintió. — Pero no lo haré, el joven Park está en una reunión importante con su padre.

—En ese caso, llámale.

—No.

Yoongi viró los ojos, no podía hacer un escándalo y tampoco quería hacerlo. Le dio la espalda a la chica para tragarse todos los insultos que tenía en la punta de la lengua.

— Joven Park. — escucho como la chica cambio su tono de voz y cuando miró vio como la chica miraba a su hombre.

Ja, ingenua.

Jimin miraba unas hojas mientras caminaba al escritorio de la chica, pero cuando su mirada se encontró con la de Yoongi, él sonrió.

—Que cosita bonita ven mis ojos. — Jimin dejo la carpeta en el escritorio de la pelirroja que frunció el ceño y se acercó a él para abrazarlo. — ¿Que haces aquí?. — se alejo para mirarle y sonrió. — Olvida esa pregunta estúpida mi amor. — beso sus labios. — Es una sorpresa tenerte aquí. — lo tomo de la cintura y beso su nariz.

— Vine a que almorzaremos juntos, pero no me dejaban entrar. — hizo un puchero.

— Mi corazón, no tienes porque pedir permiso.  — lo tomo de la mano y beso su dorso para luego mirar a la mujer quien les miraba. — Jessica, él es mi esposo así que lo vas a ver muy seguido por aquí.

Say you won't let go - JIMSUWhere stories live. Discover now